Este artículo se basa en mi investigación sobre el impacto que los algoritmos tienen en la democracia.
Facebook, Twitter, Instagram y otras redes usan algoritmos que se basan en las historias de navegación de los usuarios para predecir qué le puede gustar a cada uno de ellos y de esta forma crear un “muro personalizado”, de cuerdo con lo que cada red percibe que son los intereses de cada persona.
Esta categorización limita la libertad que cada persona tiene de acceder a “toda” la información, debido a que las personas suelen seguir y abrir la primera notificación o mensaje que les muestra su celular o computador cada mañana.
De esta forma, no suelen observar “todo”, sino sólo aquello que les muestra el dispositivo. Así la persona queda parcialmente informada sólo de una parte de la realidad y puede polarizarse fácilmente.
Ese “muro personalizado” se ha convertido para muchos usuarios en “su realidad”. Algo parecido a la película “Truman Show” donde el protagonista Truman, se levantaba cada día en un escenario que él pensaba era la realidad.
Sin embargo, Truman estaba en un escenario y su “realidad” no era verdadera, y muchos televidentes seguían su trama. Muchos colombianos hoy se levantan como Truman. Y esto está llevando al país a una situación de polarización similar a la de la etapa histórica de la violencia donde los liberales se mataban con los conservadores.
Debido a la penetración de las redes sociales aumentada con la pandemia, cada uno de nosotros se levanta en la mañana, encuentra en su celular las noticias que Facebook, Twitter, Instagram o sus amigos en WhatsApp le envían todos los días.
El objetivo de la red social es tener audiencia. Las redes consiguen su audiencia manteniendo a la gente “enganchada” a la plataforma. Las noticias virales son muy efectivas para lograr “enganche”.
Las noticias extremistas y que en muchos casos son falsas, logran ese objetivo. Después, toda esa información se vende, se crean perfiles, se comercializan productos… Y ahora con el coronavirus que nos obliga a estar conectados todo el tiempo, ese “enganche” se está convirtiendo en una adicción y la polarización en una epidemia.
Estamos en un grave problema mundial de salud pública por adicción a las redes y al internet. Esta situación genera un detrimento a la democracia. Infortunadamente, los mismos hechos tienen diferentes impactos de acuerdo a su interpretación.
Por eso es esencial que nos preguntemos sobre la importancia de la prensa escrita e impresa en papel. Ese tipo de formato es muy importante para proteger la democracia y el acceso a información equilibrada y curada por parte de la población.
Los medios de comunicación impresos son importantes para una mayor libertad, porque no hay nadie que pueda saber qué artículo lee cada persona, perfilarla y clasificarla asumiendo cuáles son sus verdaderos intereses personales.
Liliana Rodríguez Retamoso
Abogada y experta en arbitraje.
Socia y gerente de Rodríguez Retamoso & Asociados SAS