Desde el punto de vista de la antropología social, el comportamiento colectivo e individual del ser humano frente a las adversidades contextuales ya sean naturales o artificiales arrojan un panorama que, en muchísimos casos suele resumirse en tres conceptos: Adaptación, contingencia y supervivencia.
Charles J. Holajan, experto en psicología ambiental, nos explica que toda condición ambiental genera consecuencias en la conducta que finaliza en una satisfacción o insatisfacción. En el campo de la economía, después de un evento como este que estamos viviendo debido al virus Covid-19, no podemos alejarnos de estudiar los casos similares en la historia para evaluar el comportamiento social post epidémico. Los problemas que no se atienden a tiempo, suelen convertirse en crisis y en este caso crisis sistémicas, es decir, disfunciones con efecto acumulativo que se deben manejar con altos índices de control.
Guy Bois, medievalista y experto en asuntos económicos históricos, nos cuenta que entre los años 1348 y 1349, más del 30% de la población europea falleció debido a un sinnúmero de consecuencias, entre ellas, la peste, la desnutrición y los impactos económicos de las migraciones rurales. Los efectos del valor de la moneda se hicieron sentir en las tasas de desempleo en torno a los oficios, y la escasez del oro y plata, hicieron que el recaudo fiscal bajara considerablemente, por lo tanto, la inversión en infraestructura, agua y comercio se redujo notablemente. Según W.C. Robinson la relación entre los precios de los productos, la masa monetaria y la rapidez de la circulación de la moneda en esta época de la humanidad, fueron cruciales para entender la disminución de la moneda sellada como tal, permitiendo unos años después, la puesta en escena de bonos de valor comercial sobre propiedades. Así, las arcas ya no solo se llenaban con monedas de oro y plata sino también con papeles firmados por la nobleza, por el rey o por los obispos.
Por otro lado, después de la crisis, la multiplicación de matrimonios por el efecto de la soledad de familias jóvenes que habían quedado viudas generaría gran cantidad de nacimientos, que años después serian la base para la revitalización del sector agrario y militar. Así, los precios de productos como el arroz, el cereal y la lana se estabilizaron poniendo por encima el optimismo económico y dejando a un lado las estanflaciones y deflaciones. La forma de alimentarse cambió completamente y la trashumancia transformó el sistema de producción agrícola. Muchos estados comenzaron a llamarse naciones, por haber renacido y pasaron de tener especulaciones económicas incontroladas a sólidas contingencias económicas. Las cooperativas de los oficios se fortalecieron mas que nunca y se permitiría, sobre todo, observar la medicina tradicional, ya no como brujería sino como un oficio altamente valorado.
De esta saldremos, fortalecidos o no, pero encontraremos un panorama económico totalmente diferente al que veníamos observando. Como dice el doctor Juan M. Vásquez, maravillosa oportunidad que nos ha tocado de ver la humanidad en un antes y un después, pero lo importante, es ser conscientes de esto.
Luis Felipe Chávez Giraldo
Historiador
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