El desarrollo del internet de las cosas (IoT) y el big data es imparable, pues hace parte de un enorme eslabón en la cuarta revolución industrial, y que, como fenómeno conductual, establece los nuevos parámetros que las organizaciones deben tener en cuenta para lograr una óptima interacción con los mercados emergentes. Y, aunque es un proceso de lenta adopción e implementación, demanda inversión e infraestructura.
Bajo este escenario, Colombia no se queda atrás, pues según cifras del Observatorio de Economía Digital, actualmente se registran más de 28 millones de conexiones a internet, existen 10 cables submarinos que llegan al país, tanto al océano Atlántico como al Pacífico; son 1.075 municipios los que están conectados con fibra óptica, mientras que 959 gozan de conexión 4G. Además, se ha instalado acceso a internet de alta velocidad en zonas remotas como la Amazonia, la Orinoquia y el Pacífico colombiano. Se han construido más de 9.000 quioscos y puntos de encuentro digital para el beneficio de la población que vive en zonas apartadas del país. En conclusión: Colombia está cada día más conectada.
¿QUÉ PAPEL JUEGA EL PARQUE EMPRESARIAL DE COLOMBIA?
No solo es el país y sus instituciones los que se encuentran inmersos en la ola de transformación digital, pues debido al aumento en conectividad y centros de información corporativos, el sector privado ha despertado un interés legítimo en tecnologías y soluciones con el fin de proteger los datos internos de la organización, al igual que la información personal de sus clientes. En la más reciente Encuesta Global de Seguridad y de la Información, 42 por ciento de las compañías encuestadas aún no cuentan con un centro de operaciones de ciberseguridad o con un equipo especializado en ataques digitales, y el 56 por ciento tomaron la decisión de ajustar sus planes y estrategias para lograr la reducción de ataques y daños empresariales causados por los cibercriminales.
Estas reacciones se deben principalmente a que, según el estudio mencionado, el uso de tecnologías avanzadas como el IoT o la inteligencia artificial abren la ventana a nuevas formas de amenazas, y las empresas e instituciones deben estar preparadas para detectar y contrarrestar. Y aunque los empresarios hoy son conscientes de la amenaza de la ciberseguridad y la importancia de la protección de los datos de sus clientes, el 78 por ciento de estos no invierten lo necesario para mejorar su capacidad con el objetivo de neutralizar ataques cibernéticos. En este momento, las brechas de seguridad y privacidad por medio de dispositivos conectados, son la principal amenaza para las organizaciones del país. El IoT seguirá cobrando mayor relevancia en el escenario de la seguridad informática debido a la implementación masiva de dispositivos inteligentes en el interior de las organizaciones. Por esa razón, el objetivo de las empresas debe enfocarse principalmente en robustecer su infraestructura tecnológica, con el fin de salvaguardar la información privilegiada de sus usuarios y de su organización per se.
LA BANCA COMO PRINCIPAL OBJETIVO CIBERCRIMINAL
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el costo de un ataque cibernético podría costarle a la banca unos 97 mil millones de dólares, o incluso el doble, dependiendo de la gravedad del mismo. Y esto es solo el aspecto monetario, hay también que tener en cuenta el potencial robo de propiedad intelectual, la información secreta de la entidad o los datos personales de los clientes.
Bajo este escenario, el sector bancario en Colombia se ha fortalecido en la implementación de soluciones de seguridad frente a un escenario hostil e implacable. Esto lleva a que los guardianes bancarios piensen en nuevas estrategias para implementar mecanismos de seguridad que contrarresten las modalidades de ataques digitales establecidos por los cibercriminales más avanzados. Y, en paralelo, deben garantizar un buen servicio a través de soluciones tecnológicas encauzadas a prometer servicios digitales que redunden en la confianza de su activo principal: el cliente.
Actualmente, las organizaciones se enfrentan a un mercado de crimen organizado que se ha enfocado en el robo y secuestro de datos de los usuarios. Los usuarios y empresas que deseen recuperar su información tienen que pagar un alto monto de dinero y seguir las condiciones establecidas por los cibercriminales, sin la certeza de recuperar lo que han perdido. Por esta razón, la implementación de una infraestructura tecnológica eficiente y un acompañamiento de expertos significa un gasto considerablemente bajo, frente a las consecuencias de estos ataques. Allí es donde se augura un escenario promisorio para cualquier entidad.
Debido a la constante implementación en servicios de seguridad bancaria durante el transcurso del 2018, grandes compañías especializadas, como C&W Business, han logrado implementar soluciones que permiten reducir los índices en materia de ciberataques. Por esa razón, las organizaciones líderes de la industria tecnológica deben concentrase principalmente en proteger no solo la información que resguarda la banca, sino también la tranquilidad y confianza que los clientes han depositado en sus entidades.
Ricardo Imbacuan
Country Manager de
C&W Business en Colombia