La expresión “empoderar a la mujer” no es la apropiada. Es más preciso decir que, es necesario darle liderazgo, puesto que la mujer tiene poder “per se”. A quien verdaderamente hay que “empoderar” es a la sociedad quien está desaprovechando un recurso valiosísimo y se está perdiendo de mucho.
Dicho “poder” es el que le otorga una dimensión diferente a la del hombre para cuidar, velar, administrar, percibir, multiplicar, convocar y conciliar.
Pese a ser obvio, existen aún trabas que impiden que éste “recurso” fluya y permee la sociedad de manera natural. No se trata de desplazar otros recursos, sino más bien de construir un balance entre los géneros que complemente un todo, para lograr el bien común.
En cuanto al desempeño económico de las empresas, el estudio La diversidad importa, realizado por la Consultora McKinsey, resalta que las juntas directivas con mayor diversidad, se desempeñaron mejor que las menos diversas, pues comprenden mejor su mercado objetivo y toman decisiones más acertivas.
Lo anterior es comprensible, en parte teniendo en cuenta que ellas representan cerca del 70 por ciento de la demanda mundial de productos de consumo.
El Banco Mundial señala que las mujeres directoras son más democráticas, participativas y comunicativas y, en consecuencia, aportan mejor calidad en la discusión y mayor desempeño en el trabajo en equipo. Con la participación de la mujer en puestos directivos y gerenciales, hay menos propensión al fraude y a la corrupción, lo cual a su vez incentiva la inversión.De acuerdo a un estudio reciente, de la OIT éste señala que, en las empresas con ambientes de trabajo diverso:
Las utilidades aumentan del 5% al 20% en el 75% de las mismas; el 57% manifestó que ello incide en la capacidad de atraer y retener a profesionales con talento; más del 54% constataron mejoras en materia de creatividad, innovación y apertura y mejora de reputación; y el 37% reconoció que la inclusión permitió evaluar con más eficacia la opinión de sus clientes.
La OIT estima que cerrar la brecha de género añadiría un beneficio de 5,8 trillones de dólares a la economía global.
La participación activa de la mujer en las esferas políticas, productivas y sociales, es indispensable para lograr cumplir los 17 ODS en la Agenda 2030 de Naciones Unidas que, luego de la pandemia del Covid 19, constituyen un desafío aún mayor. En mi opinión, solo partiendo de la igualdad de género, (ODS #5), será posible cumplir con los objetivos para lograr la sostenibilidad del planeta.
El feminismo es responsabilidad de todos; hombres, mujeres, sociedad civil, Estado, ámbito familiar y empresarial, niveles global y regional y requiere un esfuerzo en varios frentes. Para ello, es indispensable primero, despertar conciencia sobre la importancia de hacerlo, más que como un acto de derechos humanos, como un acto de conveniencia colectiva.
Geena Dune Anderson, decía: El feminismo no se trata de hacer más fuertes a las mujeres. Las mujeres ya son fuertes. Se trata de que el mundo perciba esa fortaleza.
Diana Palacio B.
Gerente de Responsabilidad Social de Allianz Colombia.