Todos hemos escuchado que el gobierno es socio de las empresas, pues aparte de los tributos que se pagan durante la anualidad, al finalizar el año, las utilidades se distribuyen entre los socios y el Estado, al cual le corresponde un porcentaje promedio del 33%, siendo Colombia el sexto país con los impuestos más altos a las empresas y el segundo, entre los países que conforman la Ocde, según informe de esa organización.
Para nadie es un secreto que el tejido empresarial, es el responsable de promover las economías mediante la generación de productos, servicios y de empleo, lo que genera el movimiento de dinero, que permite que las personas que perciben ingresos, consuman en las diferentes empresas para cubrir los gastos de la canasta familiar, entre otros.
De ahí, la razón por la cual las principales economías del mundo apoyan todos los emprendimientos, pues como mínimo, este generará sustento para una familia.
Según el Dane, en Colombia las pymes representan el 90% del sector productivo, siendo la fuente generadora del 80% del empleo nacional y del 40% del PIB. A pesar de estos importantes aportes, estas se ven enfrentadas a muchas situaciones que ocasionan mortalidad en el corto plazo, como son: las dificultades para acceder a la financiación debido a la documentación y alto costos.
En Colombia los microcréditos dirigidos a micro y pequeñas empresas tienen tasas hasta del 45% EA, pues por falta de políticas claras, estos representan un mayor riesgo para la banca. Ha sido difícil la consecución de personal cualificado a nivel técnico laboral; las brechas salariales entre las grandes empresas y las pymes.
Otros ítems como la normatividad legal para la creación de una empresa y el cumplimiento anual de cada requisito, a veces amplios y confusos. Aspectos tributarios cambiantes y extensos, y una legislación laboral proteccionista hacia el trabajador.
Uno de los costos más altos en la generación de empleos para las empresas, son los laborales, que son prácticamente invisibles para el colaborador y representan un 55% del valor a pagar. El Estado, debería aportar un porcentaje a las mipymes por cada empleado que este contrate, de forma permanente.
El Estado debería buscar mecanismos para que las mipymes accedan a financiación con tasas competitivas y créditos blandos. Se deberían priorizar los programas Técnicos Laborales, pues los egresados son trabajadores que ocupan el 70% de las plazas que requieren la mayoría de empresas, y el 30% o menos, son requeridos con perfil universitario para ocupar los cargos directivos, gerenciales y estratégicos.
La mayoría de personal que requiere cualquier organización, son técnicos, auxiliares y asistenciales, por lo tanto deberían ser promovidos los programas Técnicos Laborales en los campos que el sector productivo requiera, generando mayor movilidad socioeconómica, ya que las pymes y las grandes empresas, van a encontrar mano de obra cualificada.
Vale la pena que el gobierno Colombiano invierta en los emprendedores con apoyos reales, como un socio comprometido.
Claudia Milena Manjarrez
Directora Corporación CICCE.