La Comisión V del Senado de la República estudia tres proyectos de ley de iniciativa parlamentaria sobre fracking: dos buscan su prohibición, el otro, una moratoria. Mientras tanto, la ministra de Minas y Energía anunció la conformación de una misión de expertos que analizará si el país está preparado para desarrollar esta técnica. Dos escenarios donde se decide el futuro del desarrollo de los Yacimientos No Convencionales (YNC) y, en parte, el de la industria en el país.
Entendiendo las inquietudes que persisten sobre el tema, los presidentes de las Comisiones V del Senado y Cámara promovieron foros en Bogotá, Valledupar, Villavicencio y Barrancabermeja, además de debates de control político, para escuchar a defensores y opositores de la técnica, a miembros del Gobierno Nacional, técnicos, representantes de la academia, autoridades regionales y ciudadanía, con el fin de dar un debate público informado previo a tomar una decisión tan trascendental.
Lo que empezó siendo un diálogo difícil en el que no se le daba suficiente validez a los interlocutores, dio paso, poco a poco, a un interés de parte de los distintos actores por conocer en detalle aspectos técnicos, los riesgos y la manera de prevenirlos, la experiencia internacional, la regulación con que cuenta el país y los beneficios que le traería desarrollar estos yacimientos. No es apresurado decir que en la medida en que se conoce más del tema muchas inquietudes se aclaran.
Era de esperar que así fuera, pues el desconocimiento que existe sobre la materia ha dado pie a informaciones no siempre exactas, generando prevención. En la medida en que se contrastan hechos y datos con base científica y cómo el país se ha ido preparando para la fase exploratoria, empieza a quedar claro, por ejemplo, que los acuíferos y las fuentes hídricas no corren riesgo y que no existen estudios concluyentes sobre impactos en la salud, entre otros mitos que han proliferado.
Ahora bien, al tiempo en que se adelanta el análisis en el Congreso, la Ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, en nombre del Gobierno Nacional, conformó una misión de expertos independiente para que examine si efectivamente el país está preparado para llevar a cabo esta actividad en su fase exploratoria, y dar sus respectivas recomendaciones.
Desde la industria vemos en la Misión una oportunidad para buscar un consenso como país frente al tema y despejar las inquietudes que persisten, a través de un mecanismo que incluya actores diversos. No obstante, genera una sola preocupación y es la posible dilación adicional del proceso, pues como lo hemos señalado, el país lleva una moratoria de facto de cerca de diez años.
Cabe recordar que fue el Estado el que, en 2008, expidió un Documento Conpes (de política pública) sobre Yacimientos No Convencionales y el que incluyó en los planes de desarrollo del 2010 y el 2014 la importancia de desarrollarlos. Asimismo, en las Rondas de la ANH en el 2010, el 2012 y el 2014 invitó a empresas extranjeras y con experiencia en esta técnica a concursar por áreas; y luego suscribió los respectivos contratos, con obligaciones entre las partes.
En aquel momento, los ministerios de Minas y Energía y Medio Ambiente definieron un riguroso plan de trabajo que incluyó talleres con expertos y reguladores, en retos ambientales y sociales, marco regulatorio, buenas prácticas y en aspectos económicos, así como reuniones con agencias y reguladores de Estados Unidos y Canadá, y visitas a campos de YNC en ambos países.
Fruto de ese trabajo, y teniendo claros los riesgos y cómo prevenirlos, se definió una de las más estrictas regulaciones técnicas, ambientales y contractuales a nivel mundial para la fase exploratoria, las cuales están vigentes y en cuyo marco las empresas operadoras que aún tienen interés en el desarrollo de dichos yacimientos han solicitado la licencia ambiental.
Lo anterior, con el fin de recordar el camino recorrido hasta ahora, que esperamos sirva como base para las discusiones de este grupo interdisciplinario. Construir sobre lo construido. Solo así podremos tener las recomendaciones esperadas en un tiempo prudente.
Lo ideal hubiese sido ser como Argentina, que está produciendo petróleo y gas de YNC y empezó la discusión al mismo tiempo que Colombia, o como el Reino Unido que ya anunció –luego de una moratoria de siete años– que hará fracking al norte del país para no perder su autosuficiencia en gas. Pero cada país tiene su ritmo, y el nuestro no es la excepción.
Desde el gremio consideramos que el país está listo para iniciar la fase exploratoria de sus YNC. No obstante, destacamos los espacios de discusión liderados por el Congreso, que han sido de gran importancia, y creemos que el país ganará con una nueva mirada sobre los temas técnicos, jurídicos y regulatorios por parte de un nuevo grupo de expertos. Confiamos en su sabiduría para las decisiones trascendentales que tienen entre manos.
Francisco José Lloreda
Presidente de la ACP