Hay quienes quieren utilizar los resultados de las elecciones del mes de octubre para decir que el presidente Iván Duque es el gran perdedor, curiosamente son los mismos que por décadas han estado acostumbrados a que los resultados electorales se vean influenciados por contratos, amiguismos y burocracia.
Después de muchos años, gracias al presidente Iván Duque se pudo ver un proceso electoral tranquilo y transparente, unas jornadas electorales donde el ejecutivo jugó un rol neutral, el rol de árbitro, el rol de quien respeta la democracia y le da garantías a todos los partidos políticos sin distingo ideológico alguno.
Quienes reclaman la ausencia del ejecutivo del proceso electoral son los mismos que reclaman la mermelada, esa mermelada que no es representación política, sino un engendro creado que se nutre de nombramientos regionales, contratos, contratistas, y decisiones amañadas.
Sorprende y no deja de generar preocupación que quienes atacan al Presidente y al partido de Gobierno son los mismos que desde el inicio de su mandato han reclamado mayor cercanía y gobernabilidad, que quieren mantener las prácticas clientelistas que por décadas han existido y que se resisten a que las formas y las buenas prácticas hayan llegado de la mano de la nueva administración.
Hoy tenemos del mismo lado a quienes juraron incendiar el pais una vez perdieron las elecciones en el 2018, y a quienes reclaman la mermelada, eso nos deja claro que acá no hay un interés por el bien común o el bien de los colombianos, sino por el beneficio personal.
El presidente Iván Duque ha tenido que pagar un costo muy alto por su obsesión de transformar la política, por no pautar de forma indiscriminada en medios, por mantener un trato respetuoso e igualitario a todos los actores, un costo alto pero necesario.
Ya era hora que alguien tomara esta decisión y que no heredara la tarea a futuras generaciones, pero no deja de generar algo de tristeza que siendo ésta una cruzada nacional por la lucha contra la corrupción y la politiquería, no se haya tenido un respaldo ciudadano masivo a la misma y que su trascendencia se vea opaca da por la desinformación y las mentiras.
La forma en que se construye país es con medidas reales contra la corrupción, medidas que rompen arraigos populares permisivos, es con el ejemplo que se logra y no con discursos vacíos que reclaman futuro cuando ni siquiera construyen presente. Se están cambiando las costumbres y estos cambios producen dolor.
Hoy estamos llenos de noticias falsas (fake news), nos hemos dedicado a la des información, a los ataques, al intento por socavar los gobiernos legítimos, a quienes aplauden el caos generado en otros países donde se queman metros, se incendian buses y en otros donde se pasa hambre.
No permitamos que quienes son amantes de la anarquía nos quiten la posibilidad de tener un pais mejor, un pais donde todos construyamos y donde el futuro sea de todos. Para mi y estoy seguro que para muchos colombianos, en las elecciones regionales ganó Duque, gano la honestidad, la transparencia electoral, la coherencia, y el respeto por los demás.
Victor Muñoz
Analista