Si bien el Covid-19 nos puso a prueba como humanidad, sirvió para que las empresas aceleraran sus proyectos de innovación y transformación digital.
Tantos cambios que vivimos en nos llevaron a pensar en la redefinición de las estrategias corporativas y en la realidad que estábamos y seguimos viviendo.
Hemos visto cómo las pymes han tenido que transformarse tan rápido que afectaron sus procesos, sus estrategias de negocios y sus relaciones laborales.
Como grandes empresas, estamos llamados a orientar la conversación de reactivación económica hacia conceptos que fortalezcan las competencias y habilidades de microempresarios que permitan la consolidación de las compañías desde la formación del pensamiento sostenible respecto a innovación, transformación digital y trabajo por el talento humano.
Hemos identificado que la innovación y la transformación digital nos han permitido avanzar y ajustarnos rápidamente para cumplir con los objetivos de los negocios. Por eso me imagino lo que lograría un emprendedor o un joven independiente si pudiera tener acceso a los éxitos y fracasos de las grandes empresas del país. Tal vez, en poco tiempo, podría alcanzar estándares de servicio y ventas mejores que muchas grandes empresas.
De acuerdo con la ANDI , las empresas en Colombia deciden innovar por el aporte al incremento del desarrollo del medio ambiente y la sociedad (59,9%), el incremento de las exportaciones (15,2%), el aumento de la producción científica (14,5%) y la sustitución de importaciones (10,6%).
Sin embargo, dejan claro que hay distintos factores que son barreras en esos procesos de innovación: dificultad para consolidar una cultura empresarial de innovación, falta de tiempo, mo hay voluntad de la alta dirección, falta de recurso humano y falta de recursos financieros.
La innovación y la transformación digital, no debe dejarse al azar. Hay que tener disciplina y metodología para alcanzar los resultados, sin olvidar que cada intento es un proceso de aprendizaje y que es allí donde el camino de la reinvención tiene sentido.
En el estudio encontramos que los principales mecanismos usados para apalancar los procesos de innovación son la movilización desde los líderes y gestores dentro de la empresa, y la formación de los empleados en estas temáticas.
El valor está en las personas y lo que pueden crear. Y es aquí donde nuestro rol como líderes empresariales toma fuerza. En nuestras compañías hemos visto cómo avanzamos, cómo identificamos aptitudes en nuestros colaboradores ¿Qué podríamos aportarle a las pymes si compartimos cada aprendizaje? Contamos con el conocimiento y la experiencia, los expertos y los equipos; es momento de aportar a la reactivación económica desde la formación; democratizar el conocimiento y apoyar a las pymes de nuestro país.
La invitación es a generar espacios de escucha activa y participación que deriven en soluciones que construyan futuro desde la confianza y el optimismo.
Juan David Correa