En varias oportunidades he escrito sobre la congestión vehicular que se presenta en la gran mayoría de las vías de Cali, a las que mensualmente ingresan aproximadamente 2.000 nuevos automotores, más un gran número de motocicletas. Como la malla vial no se ha adecuado para albergarlos, esto se traduce en grandes trancones, debido, en parte, a la falta de puentes vehiculares en las intersecciones de las principales vías por donde se movilizan muchos carros, como ocurre en la calle 100 con la carrera 80 y las avenidas Pasoancho y Cañas Gordas en el sur de la ciudad.
He escuchado con preocupación que algunos asesores del Alcalde en el tema de la movilidad, sostienen que no se justifica construir esos puentes si a la vez no se amplían las citadas vías. En en mi opinión, esto carece de toda lógica, y queda demostrado cuando agentes de tránsito se ubican en esas intersecciones logrando regular el flujo de vehículos, lo que significa que si existieran los citados puentes este se aceleraría sensiblemente.
En el norte es imperativo ampliar, en ambos sentidos, la autopista Cali-Yumbo, en donde se presenta gran congestión vehicular en las horas pico, y lo mismo ocurre en la Avenida Circunvalación, en la cual la solución es más compleja, pero se podría mitigar instalando semáforos coordinados y construir zonas de parqueo para los autos que al inicio de esa vía se estacionan para comprar choclos, obstaculizando un carril.
Otra de las principales causas que afectan la movilidad vehicular es la obstrucción de las intersecciones de muchas vías por vehículos que avanzan sobre estas cuando el semáforo está en verde, pero al hacerlo bloquean la intersección, lo cual en muchos países es penalizado severamente.
Para evitarlo, afortunadamente, he observado que están pintando cebras en algunas intersecciones, pero considero que eso se debería hacer en las principales vías de la ciudad, pues, por ejemplo, en la intersección de la calle 8ª con carrera 4ª, así como en la de la calle 30 N con la Avenida Sexta, permanentemente se presenta esa situación.
Quienes antecedieron a Rodrigo Guerrero y a Maurice Armitage en la alcaldía de Cali no solo les dejaron un alto endeudamiento con los bancos, sino también las arcas municipales prácticamente vacías, pero gracias a la gestión de estos dos últimos mandatarios, las finanzas se han recuperado significativamente y la ciudad ya logró pagar totalmente los pasivos con el sistema financiero.
No obstante, entiendo que no existen recursos para realizar las obras a las que me he referido, ni para sustituir la obsoleta red de semáforos que funcionan descoordinadamente por otros que se puedan coordinar desde un centro de control para formar la llamada ‘ola verde’, que permitiría acelerar el tráfico vehicular, pero la solución de los problemas de movilidad es de tanta importancia que se ameritaría buscar la financiación requerida para ello.
Sé muy bien que el alcalde Armitage ha realizado importantes inversiones en temas de gran prioridad como educación y salud, pero no debe olvidar que uno de los grandes atractivos de una ciudad es la facilidad en la que sus habitantes se puedan movilizar, ya que esa es una de las variables que analizan los inversionistas cuando están escogiendo los mejores sitios para ubicar sus negocios.
Ernesto de Lima
Presidente, Organización De Lima
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