Tal como lo han mostrado diferentes estudios hay un gran porcentaje de jóvenes de estratos bajos que abandonan el colegio antes de los 15 años. Entre otras razones, porque no ven diferencia entre graduarse o no del bachillerato. La mitad de quienes lo hacen dicen que es: “porque no me gusta” o “no me interesa, pues no veo que me vaya a servir” y, la otra mitad, por motivos económicos. Estos jóvenes son los que entran inmediatamente en riesgo sicosocial y sobre los que ponen sus miradas los grupos criminales.
Por ello es urgente un gran esfuerzo nacional para fortalecer la educación media. Una intervención integral ante la necesidad de los jóvenes de mejorar sus posibilidades de acceso a la educación terciaria y a la vida laboral. Para lograrlo como país, proponemos actuar en cinco frentes que le den una identidad, de la cual carece, este nivel educativo: mejorar significativamente las competencias básicas, socioemocionales y de permanencia de los estudiantes; ofrecer orientación vocacional en los colegios; certificaciones pertinentes, reconocidas, innovadoras, aún no formales, demandadas por el mercado laboral (titulación técnica); buscar una mejor valoración en la ciudadanía por la educación media y el conocimiento técnico, y establecer una fuerte articulación interrinstitucional de políticas y actores que haga de dicha educación un propósito nacional.
Hay distintas y exitosas iniciativas locales que nos hacen ser optimistas frente al deber ser. En Medellín, desde hace algunos años, la Alcaldía opera la estrategia de medias técnicas que permite a los jóvenes cursar, además de su formación académica tradicional, programas de ‘técnico laboral’. Funciona en 172 colegios oficiales, con apoyo del Sena y muchas instituciones de educación superior, y los rectores perciben más responsabilidad y compromiso en los estudiantes; se sienten más útiles, ven opciones laborales, ha disminuido la deserción, ha mejorado el comportamiento y la autonomía.
Igualmente, en Manizales ‘Universidad en Tu Colegio’, con el liderazgo de la Fundación Luker, es una iniciativa similar. Ha aumentado el acceso a la educación superior de 1 de cada 3 a 8 de cada 10 egresados de media, mientras que los que no saben qué hacer después de graduarse pasaron de ser más de la mitad a apenas el 7 por ciento, y las pruebas Saber 11 mejoraron sustancialmente. En Cartagena, las empresas del sector petroquímico-plástico hacen formación de media técnica que, incluso, será acreditada internacionalmente. Y en Bogotá y otras ciudades también hay iniciativas bien interesantes.
Necesitamos una especie de movimiento ciudadano para fortalecer de manera ambiciosa la media: consolidar lo que se hace bien en competencias laborales, pero avanzar mucho en las socioemocionales, vocacionales, en fin en proyectos de vida de los jóvenes. Y los empresarios son actores decisivos en esta perspectiva.
El Ministerio de Educación necesita más fortaleza institucional para responder a este reto, por lo cual nos alegra la reciente decisión de su Ministra de reforzar la masa crítica que se encarga del tema y trabajar una política integral de largo plazo. Celebramos también la prioridad que el presidente Duque le ha dado a acercar con imaginación a los jóvenes a la revolución tecnológica. La media técnica ayudará a cerrar la brecha de inequidades si actuamos con ambición colectiva, invirtiendo recursos, articulando y perseverando. Allí estaremos.
Rafael Aubad L.
Presidente de Proantioquia
raubad@proantioquia.org.co