Estamos en una etapa crucial de definir el líder que guiará al país en los próximos cuatro años, el cual tendrá que enfrentar un país con alta desigualdad, niveles preocupantes de pobreza y pobreza extrema, altos niveles de desempleo, recrudecimiento de la violencia urbana y rural, inseguridad rampante, un sector agropecuario en crisis y niveles de inflación preocupantes, entre otros problemas.
Sin embargo, quienes aspiran a la presidencia se han dedicado a enfrentarse no por ideas, no por las soluciones que plantean a la situación que vive el país sino a acrecentar los odios, a crear desconfianza sobre sus actuaciones, a crear tendencias en redes, a buscar alianzas sobre la persona y menos sobre los programas que son urgentes y prioritarios de realizar en el futuro próximo. Es lamentable el show que estamos viviendo donde solo pierde el país.
Es necesario que se pare ya tan nociva forma de aspirar al cargo más importante del país, así lo que están logrando es desestabilizar más la situación social y quien gane va a estar sin el consenso de país para adelantar las reformas que se requieren, para que la población vuelva a tener confianza en las instituciones, para que pueda tener el respaldo en las iniciativas que emprenda para superar las dificultades en el orden social y económico.
Falta que los candidatos más que promover su figura, sean claros en las propuestas, en la forma cómo las van a llevar a cabo y la fuente de los recursos a emplear para solucionar los graves problemas que afronta el país. Sería conveniente que los debates se centren en escudriñar las propuestas concretas a:
1.Cómo van a afrontar el recrudecimiento de la violencia, respetando los derechos humanos? Adelantaran nuevos procesos de diálogo con los grupos armados? Respetaran el acuerdo de paz con la farc?
2.Cuál es el plan para aprovechar las potencialidades productivas del sector agropecuario? Qué van a hacer para corregir las distorsiones y elusiones de la banca al Sistema Nacional de Crédito Agropecuario para que los recursos lleguen a pequeños y medianos productores y a las inversiones productivas en el campo? Cuál es la propuesta para impulsar la recuperación del campo como fuente de riqueza y paz?
3.Cuál es la propuesta para promover la generación de empleo formal cuando tenemos índices de desempleo superiores al 14% e informalidad superior al 60%?
4.Cómo van a promover el crecimiento y diversificación de las exportaciones en un ambiente internacional tan complejo como el actual? Cuáles son las propuestas para impulsar la producción interna de alimentos y materias primas agropecuarias cuyas importaciones se están encareciendo de manera significativa?
5.Cuál es la propuesta de educación y empleo para los jóvenes para avanzar en resolver la desigualdad?
En conclusión, se necesita más fondo en las propuestas que en el maquillaje de los candidatos, y sobre todo, que le bajen el volumen a los ataques personas con lo cual esconden la debilidad y la fragilidad que tienen para gobernar el país.
Jesús Antonio Vargas Orozco
Consultor Empresarial
Jesusvargas.orozco@gmail.com