Con la instalación ayer de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) terminan unos meses convulsionados en Venezuela, para abrir un periodo de tiempo aún más incierto, en el cual no existe ninguna certeza si durará meses o años, pero con la casi seguridad de que las pocas libertades civiles y democráticas que subsisten en ese país serán eliminadas poco a poco.
Fue una semana convulsionada, que comenzó con el gobierno de Donald Trump sancionando directamente al presidente Nicolás Maduro, al congelarle cualquier activo que tenga en Estados Unidos y no permitir que ciudadanos Estadounidenses tengan negocios directos con el mandatario venezolano.
La elección de la Constituyente se vio aún más enturbiada cuando el miércoles la firma Smartmatic, encargada de proporcionar la plataforma tecnológica de votación, afirmó desde Londres que el gobierno había manipulado los resultados de los comicios en al menos un millón de votos; y horas más tarde la agencia de noticias Reuters publicó una noticia en la cual daba cuenta, según documentos a los que tuvo acceso, que ese domingo, a las 5:30 de la tarde, solo habían votado 3,7 millones de personas, lejos de los 8,1 millones que contó el Consejo Nacional Electoral de ese país.
Después vino una ofensiva internacional, de países latinoamericanos y la Unión Europea, e incluso del papa Francisco ayer, para que Maduro desistiera de instalar la ANC, pues esto cerrará las puertas a cualquier negociación con la oposición, la cual argumenta que esta hará de Venezuela un país sin libertades políticas ni civiles, al estilo cubano, y agravará la crisis política, económica, social y humanitaria que vive hoy.
Ayer, la presidenta de la ANC, Delsy Rodríguez, anunció que el polémico órgano comenzará a sesionar desde hoy para dar inicio al proceso que reformará la Constitución venezolana, reordenará el Estado y la destrozada economía del país. Maduro y otros dirigentes del oficialismo han adelantado que la Constituyente trabajará para eliminar la inmunidad parlamentaria de los diputados e intervendrá la Fiscalía, cuya titular, Luisa Ortega Díaz, ha alertado de los tintes que considera totalitarios de este plan para cambiar el ordenamiento jurídico, además de castigar a los medios de comunicación que están contra las políticas del Gobierno.
Un periodo incierto
Con la instalación ayer de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) terminan unos meses convulsionados en Venezuela.
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