En Colombia, el régimen de zona franca ha entregado grandes dádivas y desarrollo social a las regiones donde se encuentran ubicadas. Desde que se implantó este modelo en el país, hace más de 60 años, han evolucionado a través de las nuevas tendencias internacionales y han estado acompañadas de un marco jurídico que ha abierto el camino para que nuestro país, hoy, sea un radar de inversionistas de talla mundial.
De hecho, es un sector que cuenta con una fuerza laboral de más de 136.000 empleos y que en la última década ha generado alrededor de $48 billones en inversiones ejecutadas. En Mosquera, por ejemplo, desde que iniciamos nuestra operación se han realizado inversiones de más de $184.000 millones, generado más de 7.800 empleos directos e indirectos en la región y en el país.
Es así, que medidas tomadas por parte del Gobierno Nacional como el ampliar el plazo de la declaratoria a 30 años para las zonas francas permanentes ha enviado un mensaje de mayor seguridad al régimen y ha permitido la creación de mecanismos para que estas eleven el potencial necesario para ingresar a las grandes cadenas globales.
En el caso de Zona Franca de Occidente (ZFO), la prórroga otorgada recientemente estima una inversión en los primeros 10 años de US$500 millones y a su vez, se traducirá en la creación de alrededor de 33 mil empleos directos y 50 mil empleos indirectos tanto para el municipio como para todo el país.
Y quiero detenerme en esto, porque si bien es una muy buena noticia para los colombianos, denota un compromiso genuino y real de todos los empresarios inversionistas que ven en Colombia una oportunidad para ampliar sus operaciones.
Compromiso en firme que usuarios de múltiples sectores económicos de ZFO han asegurado con una inversión más allá de lo estipulado.Lo anterior se explica, en otras palabras, debido a que para este tipo de prorrogas se debe presentar un plan maestro muy riguroso al MinCIT que verifique una inversión mínima de $33.000 millones. Ahora bien, este plan tiene una proyección adicional por parte de los usuarios que como mencioné oscila en aproximadamente medio millón de dólares.
Son proyecciones que, por ejemplo, apoyarán al municipio a convertirlo en una de las regiones con menos desempleo. De esta manera, se generará un círculo virtuoso en el cual la demanda industrial conlleva a una mejor calificación de la mano de obra y apoyará en mayor medida a la creciente industria, estimulando un incremento en la oferta laboral calificada.
Las precitadas prorrogas equivalen a la constitución de un marco jurídico que va a garantizar que los planes de inversión de los usuarios, la generación de empleo y el desarrollo de las regiones se lleven a cabo no sólo con éxito, si no en un periodo sostenible y garantizado.
ROSA MARÍA GAMARRA
Gerente general de la Zona Franca de Occidente.