Esta semana se presentaron los resultados de la Tercera Subasta de Energías Renovables. La nueva puja, como mecanismo de contratación, impulsa la reactivación sostenible y consolida los primeros pasos hacia la transición energética en Colombia. El país gana porque surge el potencial de incluir 796,3 MW a través de nuevos actores que aportarán dinamismo al mercado. Canadian Solar Energy, EDF, Enel Green Power, Solarpack, y Urra S.A., los cinco nuevos agentes que se suman desde la orilla de SER Colombia (Asociación de energías renovables), asumen la responsabilidad de evitar la emisión de 465.000 toneladas de CO2 por año.
Esta vez, la fórmula de antaño arrojó un halo de esperanza, ínfulas de triunfo. Se multiplicará por 100 veces la capacidad instalada con respecto a lo alcanzado en noviembre de 2018 y se inyectará capital de cara a la reactivación económica reclamada a gritos por una sociedad devastada por la pandemia. Los 11 proyectos adjudicados a nueve empresas generadoras y 44 comercializadoras, requieren de un presupuesto de $3,3 billones que se invertirán en generación de energías limpias. Con su ejecución, se crearán 4.700 empleos directos e indirectos.
Así mismo, se fortalece la diversificación de la matriz energética. Estos nuevos recursos que provendrán de fuentes de energía no convencionales representaron un incremento de 4,3% de la capacidad efectiva neta del sistema, lo que sumado a los proyectos que ya se asignaron en subastas anteriores, permite incrementar un poco más de 20% la capacidad proveniente de este tipo de fuentes de energía.
Además, con los nuevos contratos, que tendrán un periodo de duración de 15 años, se distribuye energía limpia en varios departamentos del país (Caldas, Cundinamarca, Norte de Santander, Tolima, Meta, Atlántico, Córdoba y Magdalena). Lo que se traduce en un nuevo impulso dos años después de que, en 2019 por primera vez en la historia, se adjudicaron proyectos solares y eólicos en territorio nacional.
Con $155/kWh, se lograron precios a la baja con una proporción 15% inferior respecto al precio promedio del mercado eléctrico colombiano. Un hito que, por su propio peso, resulta destacable. Cabe mencionar también, que las empresas involucradas podrían acceder a obligaciones de energía en firme a través de las reglas que ya tiene establecida la Creg, y eso aportaría a la confiabilidad del sistema nacional.
Tras un balance que deslumbra, los resultados de la subasta indican pasos agigantados hacia la meta de la transición energética. No obstante, el camino es largo e implica retos. Constituye una carrera contra reloj. Los proyectos cuentan con poco tiempo porque se pretende entrar en operación a más tardar el 1ro de enero de 2023. Por esto, resulta fundamental que los procesos de licenciamiento ambiental y de conexión, se logren en los tiempos adecuados para que no se presenten retrasos y se logre cumplir con los compromisos que cada agente adjudicado adquirió bajo este mecanismo.
Germán Corredor
Director de SER Colombia.