La llegada del covid-19 a cada rincón del mundo y, por supuesto, al territorio nacional, puso a tambalear uno de los ejes más importantes para cada ciudadano y para cada nación, la salud. Así, esa situación de incertidumbre que vivimos en el 2020 desequilibró, como fichas que caen en un juego de dominó, otros escenarios clave como la economía, el comercio y hasta las relaciones interpersonales. Esto, no solo puso la lupa en la necesidad imperante de atesorar la salud y la vida misma, sino que generó una evolución científica y médica acelerada, junto con el desarrollo de habilidades blandas, individuales y colectivas, como la resiliencia.
Hoy, casi a dos años del comienzo de esta emergencia sanitaria, el paisaje ya es claro: la vacunación y el autocuidado, son las dos herramientas que nos permiten sobrevivir frente a esta adversidad. Aunque todos hemos sido participes, en mayor o menor medida, de esta coyuntura existen, sin duda alguna, actores con mayor protagonismo y responsabilidad, como es el caso de las EPS. En Famisanar hemos fungido, desde el inicio, como faros de luz que han guiado este proceso a favor de la vida, junto con las autoridades nacionales y locales, IPS, personal de la salud y medios de comunicación, entre otros participantes.
El deber se ha cumplido incansablemente y el panorama para este 2022 es esperanzador, siempre y cuando nos unamos en la conciencia colectiva de continuar responsabilizándonos por nuestro autocuidado y el de las personas que nos rodeen.
Debemos como sociedad apoyar, socializar y comprender que completar el esquema de vacunación contra el virus, es el único mecanismo que nos permitirá pasar por completo esta página y cerrar este libro de aprendizajes. Igualmente, el compromiso con el bienestar de los colombianos sigue intacto y más fuerte que nunca, los esfuerzos por prestar una atención de calidad e integral este año debe ser la más grande bandera de quienes pertenecemos directamente al sistema de salud. Vivimos un momento único en la historia, un hito sin precedentes, que hemos afrontado con convicción y no debemos bajar la guardia, ni por un instante, pues preservar la vida es lo, que al final, nos une como sociedad, lejos de politizaciones, intereses o inclinaciones. Se vienen tiempos estables, pues ahora contamos con reglas del juego claras, la oportunidad del ensayo ya quedó atrás y pasamos la prueba. Estamos en el momento de poner en práctica todos los aprendizajes en una curva que asciende y que nos beneficia.
Este año es el momento de alcanzar metas y perseguir sueños con la certeza de que contamos con un sistema de salud que nos respalda y nos cobija. Sin embargo, no debemos olvidar que el quehacer más importante empieza en nuestra propia individualidad, seamos parte de ese engranaje que suma y actuemos con responsabilidad.
ELÍAS BOTERO MEJÍA
Gerente General Famisanar EPS.
