Hace poco se celebró en Pekín la Quinta Sesión Plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista de China. En ella se aprobaron el XIV Plan Quinquenal de Desarrollo Económico y Social (2021-2025) y los Objetivos a Largo Plazo para 2035. Guiar el desarrollo del país a través de la planificación es uno de los principales objetivos del Partido. Por eso, desde 1953, una vez cada cinco años, se elaboran planes de largo plazo para el desarrollo económico y social de la nación. Estos son una pieza clave para la consolidación de la Nueva China y se han convertido en un objeto de atención mundial.
En la actualidad, China se encuentra en la recta final de su décimotercer plan quinquenal. Estos últimos cinco años han sido una etapa decisiva para la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada. Durante este periodo, China ha conquistado logros en diferentes campos. Para finales de 2020 se espera que: el PIB supere 100 billones de yuanes (equivalentes a 55.153 billones COP), 55,75 millones de personas en las zonas rurales salgan de la pobreza, se creen más de 60 millones de puestos de trabajo urbanos y se establezca el sistema de protección social más grande del mundo, con el seguro médico básico cubriendo a más de 1.300 millones de personas.
Con el nuevo XIV Plan Quinquenal, China se propone por primera vez, dentro de los Objetivos a Largo Plazo para 2035, lograr avances sustanciales en alcanzar la prosperidad común de todo el pueblo. Así pues, este plan trae consigo un nuevo patrón de desarrollo en el que la circulación nacional, es decir, el mercado interno, será el pilar fundamental de la economía, complementándose entre sí con las circulaciones internacionales. El propósito es expandir la demanda interna, mejorar la producción, distribución, circulación y consumo del mercado nacional, formando un ciclo virtuoso para la economía del país.
Sin embargo, esto no significa que se proponga un círculo económico interno cerrado. De hecho, promover a gran escala la economía interna puede atraer más recursos globales para implementar una apertura de mayor alcance y envergadura al participar en la cooperación y la competencia económicas internacionales, proporcionando a todos los países del mundo más mercados y oportunidades. La apertura trae progreso. El que se encierre inevitablemente se quedará atrás. Esta es la gran revelación de la historia china en los tiempos modernos. No importa cómo cambie la situación internacional, China nunca vacilará en su política nacional básica de apertura.
Este modelo de desarrollo es un paso más para alcanzar el ‘Sueño Chino’. La gran revitalización de nuestra nación. Gracias a las propuestas estratégicas e innovadoras de la Plenaria, todo el pueblo chino avanzará con perseverancia y caminará hacia el propósito de construir un poderoso país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y hermoso para el segundo centenario de la fundación de la Nueva China y, de esta forma, hacer realidad nuestro gran ‘Sueño Chino’.
Lan Hu
Embajador de China en Colombia