La historia del tren en Colombia ha sido de altibajos. Épocas de esplendor, contrastadas con otras, tristemente recientes, de corredores inactivos y baja inversión, que relegaron al modo a los últimos lugares de prioridad en la configuración de una red nacional competitiva.
Era algo que debíamos cambiar, pues es un modo fundamental para la competitividad del país. Una prueba es que, actualmente, el transporte de carga por vía férrea representa, en promedio, cerca del 26% del total movilizado en los últimos años, si bien más del 99% de esa cifra es carbón.
Por eso, el gobierno de Iván Duque trazó en el Plan Nacional de Desarrollo, por primera vez en la historia, la ambiciosa meta de formular una política de reactivación y consolidación del transporte férreo para aprovechar sus ventajas, potenciar la movilización de productos y promover iniciativas de movilidad regional de pasajeros.
Así nace el Plan Maestro Ferroviario (PMF), una política que define la planificación de proyectos, normatividad, regulación, financiación y el marco institucional para el modo. Estos elementos, entre otros, ya están en ejecución a través de estudios del Ministerio de Transporte y del Departamento Nacional de Planeación.
Una estrategia para reactivar al tren como transporte competitivo y eficiente reducirá costos del transporte un 23%, así como
los impactos ambientales
No es un desafío menor, como tampoco lo es lo logrado en los corredores activos de carga, tras una inversión de más de $500.000 millones. En los 550 km del tramo La Dorada – Chiriguaná se consolidó la operación de, al menos, un tren semanal de más de 800 toneladas, con acero, cemento, agregados pétreos, café y materias primas de papel, entre otros. Esto hizo que 2020 cerrara con casi 40.000 toneladas transportadas, más del doble que 2019.
Por otra parte, en los 257 km entre Bogotá y Belencito se movilizaron más de 50.000 toneladas, superando en 7.000 la cifra de 2019. En cuanto al carbón, el producto más movilizado en esta red concesionada de 245 km entre Chiriguaná y Santa Marta, se reportan más de 35 millones de toneladas transportadas y cerca de 50 millones en total al año.
Una estrategia para reactivar al tren como modo de transporte competitivo y eficiente reducirá costos del transporte un 23%, así como los impactos ambientales; favorecerá la reconfiguración de la cadena logística, y disminuye el consumo de combustible hasta cuatro veces frente al transporte carretero.
El PMF también contiene las apuestas de la Nación y las regiones para implementar proyectos férreos de pasajeros, buscando mejorar la movilidad de las ciudades y contribuir a mitigar los impactos negativos asociados al transporte, como congestión, contaminación y siniestralidad vial. Entre estos están la primera línea del Metro de Bogotá, el Regiotram de Occidente y el Metro ligero de la Avenida 80 en Medellín, todos cofinanciados por el Ejecutivo.
En todo esto es fundamental la participación del sector privado, para que la senda de confianza en el escenario de reactivación del tren se mantenga. Su acercamiento con el sector público ha permitido establecer garantías que facilitan la consolidación de las operaciones.
OLGA LUCÍA RAMÍREZ
Viceministra de Infraestructura