Este puede concluir que la región está mejor en su nivel de competitividad global, aunque, con diferencias entre los distintos países.
Panamá escala este año seis puestos en el ranking hasta el 53, la misma subida que Perú; mientras que Uruguay y Colombia avanzan un puesto, Guatemala 3 y Bolivia, Nicaragua y Paraguay mejoran bastante, aunque desde posiciones más bajas. Chile se mantiene en su magnífica posición 30 a nivel mundial, también mantiene el 85, Argentina, mientras que Costa Rica, Brasil y, en mayor medida, México, ceden algún puesto en el escalafón global de competitividad.
Sin embargo, quien haya descargado el informe completo en http://www3.weforum.org/docs/WEF_GlobalCompetitivenessRepor t_2010-11.pdf), y navegado por sus cientos de tablas de datos y los diferentes sub-rankings habrán descubierto un campo en el que la región se posiciona en la parte más alta de la tabla. Por una vez no se trata de ninguna clasificación relacionada con las materias primas ni otras fortalezas tradicionales de la región, sino con la calidad de las escuelas de management, o dicho de otra forma, con las fábricas de materia gris y emprendedurismo que tan necesario es para el desarrollo de una economía y para sustentar su futuro crecimiento.
- El WEF califica la calidad de las escuelas de negocio de España y también de América Latina, entre las más altas. Justo cuando el Banco Mundial avisa de que la región debe prepararse para la caída de los precios de los bienes básicos, el WEF destaca que sus academias de negocios están haciendo un buen trabajo y empujando la competitividad de la economía regional gracias a su nivel y a su red de alianzas con escuelas de Europa y otras regiones. Como se puede observar en la página 422 del informe, Costa Rica, que en la clasificación global del Índice de Competitividad 2010 del WEF está situada en el escalón 56, en el subranking sobre calidad de las escuelas de management, ocupa el puesto 13.
Un ranking en el que Chile ocupa el puesto 15 y Argentina el 16, también por encima de su índice de competitividad general que es el 30 y 85 respectivamente. Pero no son los únicos ejemplos. Casi todos los países latinoamericanos están mejor posicionados en la calidad de sus escuelas de management que en la clasificación general. Las escuelas de negocios de Uruguay se clasifican en el puesto 39 (su economía general en el 64) y las peruanas en el 42 (su economía en el 73).
Posiciones que, según la encuesta realizada por el WEF entre ejecutivos para valorar la calidad percibida de las escuela de negocios, superan a las de países como China, Japón, Israel o Korea. El subranking posiciona las instituciones mexicanas en el escalón 52 (por encima del puesto 66 de su economía) y en el puesto 59 las de Colombia (por encima del puesto 68 que logra en la calificación general de competitividad).
- Las escuelas de negocio españolas ocupan el 8ª puesto mundial, por delante de las de EE. UU. y UK. Una buena noticia, que se extiende a todo el mundo hispanohablante, ya que España, situada en el puesto 43 en el ranking mundial de competitividad, logra nada menos que el 9ª puesto en cuanto a calidad de sus escuelas de negocio, por encima de Reino Unido o los EE. UU. según el WEF. Una isntitutos que, además de haber sido uno de los destinos preferidos de los directivos latinoamericanos, también se destacan por tener una relación amplísima con sus pares de América Latina. - Una muy buena nueva para las economías, las empresas y la competitividad de la región. Si el futuro depende de la formación y nivel de esta de los directivos y ejecutivos, parece que la región está en una posición adecuada para dar el salto de ser economía basada en las eficiencias a ser economías apoyadas en la innovación.
Aunque quizás el cada vez mayor número de organizacioness multilatinas, que a estas alturas deberían llamarse multinacionales al haber dado muchas el salto a EE. UU., Europa, Asia o África, ya nos están confirmando esta misma buena noticia del carácter globalmente competitivo de los directivos y ejecutivos regionales. Y parece que las escuelas de negocio de España y América Latina, según el informe de WEF, están al nivel para acompañarlas en sus expansiones globales.