La caída en los precios del petróleo tiene ganadores y perdedores. Entre los segundos el más afectado sería Rusia. Según estudios publicados por el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE), el 68 por ciento de las exportaciones de ese país están representadas en petróleo crudo, combustibles líquidos y gas natural a Europa, Asia y Estados Unidos. El total de las ventas externas rusas es del orden de 535.000 millones de dólares por año. Luego, el descenso en los precios del petróleo, sin duda, causa daño en su sector externo.
Lo anterior, sumado a las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, tienen como consecuencia un serio debilitamiento de la economía rusa. El rublo ha perdido cerca del 40 por ciento de su valor, a lo cual se ha respondido con recetas clásicas, pero ineficaces, para contener la devaluación de la moneda, como: incrementar las tasas de interés, las cuales se han triplicado hasta llegar al 17 por ciento y utilizar reservas internacionales con el mismo propósito, lo que ha traído elevadas pérdidas al sistema.
Cuando Estados Unidos entró en la recesión del 2008, su autoridad monetaria salió al rescate de las entidades financieras asignando recursos amplios de crédito y, además, inundó al mercado con dólares, con su programa mensual de compra de bonos, el cual terminó recientemente una vez que la FED consideró que la economía norteamericana estaba lo suficientemente bien apuntalada y sólida para mantener la marcha.
Pero eso lo puede hacer EE. UU., considerando que el sistema financiero mundial está basado en dólares y también en euros. Una economía que gire en otra divisa no puede apalancarse de manera diferente a endeudarse en dólares o euros para resolver sus problemas. Y ese ha sido otro lado vulnerable de la economía rusa.
Por el lado de la Opep, los ingresos por exportaciones de petróleo previstos para el 2014 se estiman en 700.000 millones de dólares, 14 por ciento inferior al 2013, según estimados del DOE.
Para el 2015, se prevén ingresos inferiores en 36 por ciento a los registrados en el 2014. Del grupo Opep, el ganador es Arabia Saudita, puesto que aunque sus ingresos bajen a corto plazo, los fondos de reserva le dan el margen de maniobra necesario para observar cómo se acomodan los jugadores en este mercado. Venezuela y Ecuador, con menor capacidad de aguante, van a recibir menores ingresos, lo que de paso afecta a Colombia, considerando que ambos son socios comerciales importantes.
Los países europeos y Japón, y en general los importadores netos de petróleo y combustibles, son los más beneficiados de este reacomodo en los precios del crudo, aunque el mayor ganador de todos es EE. UU., por varias consideraciones:
Las menores cotizaciones del petróleo se están reflejando, a diferencia del caso colombiano, en bajos precios de la gasolina en las diferentes regiones de ese país. Según información del 7 de enero de 2015, el promedio nacional de la gasolina en EE. UU. es de 2,19 dólares por galón, lo que representa una rebaja del 34 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior. En la Florida, el precio, en la misma fecha, está en 2,29 dólares por galón, que a una tasa de 2.400 pesos por dólar, daría alrededor de 5.496 pesos por galón, mientras que la gasolina en el mercado local está en 8.402 pesos por galón.
Los menores precios de los combustibles ponen dinero en manos de los hogares, lo que incrementa su capacidad de gasto y se convierte en un dinamizador de alto impacto en una economía en la que cerca del 70 por ciento del GDP se atribuye a gastos de consumo. Además, las inversiones en el desarrollo de nuevas fuentes de producción de hidrocarburos se han visto beneficiadas por el acceso a recursos de crédito con tasas cercanas a 0 por ciento, lo que favoreció la formación de empleo calificado y aumento del gasto en regiones productoras, sin olvidar el impulso a la actividad industrial como consecuencia de los bajos precios del gas natural y los productos líquidos, que se derivan del tratamiento de este recurso como el etano, propano y butano de uso petroquímico.
Gracias a estos factores, EE. UU. logró un crecimiento anualizado en el tercer trimestre del 2014 del 5 por ciento, mejorando lo registrado en el segundo semestre del mismo año, con una tasa del 4,6 por ciento.
Para el 2015, se pronostican reducciones en los presupuestos de exploración y producción (E&P) a nivel mundial como consecuencia de los menores precios del petróleo. Con el WTI en 70 dólares por barril, dicha reducción podría ser del 17 por ciento, según Cowen & Co, citado en el Oil & Gas Journal. Precios del WTI en 60 dólares por barril podrían inducir una reducción en los presupuestos de E&P en EE. UU. del 30 al 35 por ciento, lo que afectaría de manera importante la producción y esto, a su vez, impacta los precios. Para finales de marzo del 2015 tendremos una mejor idea del comportamiento de los presupuestos de inversión E&P, así como de los niveles de producción en EE. UU. y en el mundo, lo cual nos dará una mejor perspectiva sobre el nivel de los precios del petróleo en el 2015.
Luis Augusto Yepes
Consultor privado