Las cábalas en torno al nombre del Ministro de Hacienda en el inicio del segundo periodo de Juan Manuel Santos como Presidente de la República han terminado.
Así quedó claro ayer en Miami, después de que el mandatario ratificó a Mauricio Cárdenas en el cargo, tras un evento organizado por un banco de inversión estadounidense.
“Estamos absolutamente comprometidos con su misión, de un manejo responsable de la economía”, respondió emocionado el funcionario, quien seguirá al frente de una cartera clave. En tal sentido, hay una reiteración de que el país va bien en esta materia y que no hay motivos para cambiar de rumbo.
Semejante impresión es ratificada por las cifras. Con una tasa de crecimiento que en el primer trimestre fue una de las más altas de América Latina, una inflación bajo control y un clima de inversión favorable,
Colombia se destaca en una región que ha perdido dinámica en los años más recientes. Buena parte de esos logros son atribuibles a Cárdenas, cuya larga hoja de vida en el servicio público se suma a una preparación académica de primer nivel, factores que le otorgan una inmensa credibilidad dentro y fuera del país.
Es de esperar, entonces, que las políticas que han tenido éxito sigan, incluso en circunstancias más complejas, debido al fin del auge en los precios de los productos básicos que exportamos.
La continuidad sirve también para poner a pensar al Ministerio en los desafíos que vienen, comenzando por la reforma tributaria que deberá ser presentada en los próximos días. Es de imaginar que, como ha sido la tradición, se hará un trabajo serio que tendrá que pasar su examen en el Congreso. Y aunque el debate no será fácil, es indudable que Cárdenas tiene las capacidades para sacar el tema adelante.
Ricardo Ávila Pinto
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