No parece que el impulso con el cual viene el sector edificador vaya a disminuir de manera inminente. Al menos así se desprende del reporte que dio a conocer el Dane ayer, según el cual el área aprobada para nuevos proyectos aumentó 6,1 por ciento en el primer semestre, un nivel muy similar al crecimiento observado en junio.
En cifras concretas, se entregaron licencias de construcción para 12,9 millones de metros cuadrados, uno de los guarismos más altos de la historia. Aunque el otorgamiento de los permisos no necesariamente implica que las obras comiencen de manera inmediata, los conocedores aseguran que se trata de un termómetro confiable sobre la marcha y las expectativas del ramo.
Al mirar lo sucedido durante la mitad inicial del 2014, salta a la vista que ha tenido lugar una notoria recomposición en las iniciativas que recibieron luz verde. Por ejemplo, el capítulo de oficinas fue el de mayor dinámica al registrar un salto del 97 por ciento. Tampoco se comportó mal el comercio, con 40 por ciento más, o la hotelería con un incremento del 19 por ciento.
En contraste, la vivienda –que es el renglón más importante de todos– mostró una ligera contracción del 1,8 por ciento. La razón principal fue la descolgada de casi el 26 por ciento en el área para Vivienda de Interés Social. El bajón se explica porque el programa de construcción de 100.000 casas para los más pobres entró en su recta final.
Debido a esa situación, es evidente que el peso de los llamados ‘otros destinos’ va en aumento, con unas claras disparidades regionales. Tal vez el fenómeno más llamativo es que el auge de las oficinas se encuentra concentrado en Bogotá, que concentra el 92 por ciento de las aprobaciones, lo cual genera a la vez sorpresas e inquietudes.
ricavi@portafolio.co
Twitter: @ravilapinto