Puede ser que la presencia del terrorismo haya aumentado la aprehensión de la ciudadanía en el mundo desarrollado, y en especial en Europa, pero en lo que se refiere a los mercados bursátiles es evidente que el entusiasmo está de vuelta. Así lo comprueban los índices accionarios en las principales plazas, en donde este jueves se registraron cotizaciones al alza por segundo día consecutivo.
El motivo es la percepción de los inversionistas de que los principales bancos centrales del planeta seguirán con políticas encaminadas a estimular el crecimiento económico. Eso quiere decir que en Estados Unidos una eventual subida de los intereses se demoraría más de lo que se pensaba, mientras que en el Viejo Continente habrá nuevas inyecciones de dinero barato.
Ambas impresiones tienen como base lo dicho por los responsables del Banco de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, respectivamente. A pesar de la aparición de nuevos nubarrones en el horizonte, como un eventual rompimiento con Grecia, la percepción mayoritaria es que hay maneras de manejar este nuevo amago de crisis.
El impacto más notorio de esa infusión de optimismo se notó en Nueva York. Este jueves, el índice S&P 500 tuvo un avance del 1,8 por ciento, que se suma al 1,2 por ciento del miércoles. Por cuenta de esa mejora, Wall Street borró las pérdidas que había acumulado en las primeras sesiones del 2015.
Y el cambio se notó en otras latitudes. En Colombia, sin ir más lejos, el índice Colcap logró un tímido avance del 0,8 por ciento, mientras la cotización del dólar volvió a acercarse a los 2.400 pesos. Todavía es muy temprano para saber si las cosas empiezan a estabilizarse, pero es indudable que el respiro es bienvenido, después de un arranque de año muy poco auspicioso.
Ricardo Ávila Pinto
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