Al tiempo que los estimativos disponibles indican que las exportaciones colombianas llegaron a un nuevo máximo histórico en el 2011, con ventas superiores a 56.000 millones de dólares, la otra cara de la moneda la muestran las importaciones. Y es que el total de bienes venidos de afuera también alcanzó un nivel sin precedentes como lo confirman los datos con corte a noviembre.
Según el Dane, dichas compras ascendieron a 50.170 millones de dólares. Pero más allá de la cifra total, es interesante observar que ha venido ocurriendo una profunda transformación en los países que surten a Colombia. Ese hecho es particularmente notorio en el caso de China que, como es bien sabido, es el exportador número uno en el mundo.
Gracias al despegue de este sector, la nación asiática ha mantenido tasas de crecimiento que generan envidia en cualquier latitud. Si bien en épocas más recientes, tal dinamismo ha sido menor, no sucede así en el caso de Colombia. En los primeros once meses del año pasado las importaciones de productos chinos llegaron a 7.378 millones de dólares, lo cual representa un crecimiento del 49,5 por ciento, 13 puntos porcentuales más que el promedio general.
Las causas de semejante salto son varias. En primer lugar, una quinta parte de las adquisiciones corresponde a aparatos y material eléctrico, lo cual muestra un impacto cada vez mayor de los bienes ‘hechos en China’ dentro del segmento de consumo.
De hecho, esa categoría desplazó al segundo lugar a la de calderas, máquinas y partes, que tiene una proporción ligeramente menor. Por otra parte, es evidente que hay ramos de gran movimiento. Ese es el caso del de manufactura de fundición de hierro y acero, que ha puesto en problemas a los productores nacionales.
En la medida en que la actividad constructora al otro lado del Pacífico se mueve menos, hay mayor disponibilidad de excedentes para exportar, sobre todo a un país cuya economía anda bien, como es el caso de Colombia. También salta a la vista otra área en la que China empieza a destacarse. Esta es la de vehículos, pues las compras que hizo el país de marcas que comienzan a ser conocidas subieron 87 por ciento. Aceptando que el mercado automotor en el 2011 anduvo muy bien, la penetración de los modelos chinos tuvo una velocidad rápida, lo cual es un campanazo sobre lo que puede venir más adelante.
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