Hacía un buen tiempo que el mercado de valores local no se destacaba por su buen comportamiento. Según diversas mediciones, la Bolsa de Colombia ha sido una de las más golpeadas entre las plazas de los países emergentes, por cuenta de los nuevos vientos que soplan y han llevado a los inversionistas a buscar opciones en las naciones industrializadas.
Pero en los últimos días, el respiro es evidente. Y es que después de que el índice Igbc llegara a sus mínimos del 2013, al caer hasta los 12.354 puntos el pasado 10 de julio, la tendencia ha sido al alza. Así quedó confirmado en la sesión de ayer, cuando en la mayoría de los parqués del planeta, la constante fueron los números en rojo.
No obstante, en el caso colombiano se registró un avance del 0,54 por ciento, suficiente para alegrar a más de un inversionista. Gracias a lo sucedido, y en apenas una semana larga, el incremento en el precio promedio de las acciones ha sido del 5,6 por ciento.
Lo anterior no quiere decir que haya con qué hacer ferias y fiestas. Y es que no solo falta mucho terreno por recuperar antes de volver a los máximos del año, sino que la incertidumbre es todavía la constante.
La pregunta de fondo que se hacen los analistas es si en la arena internacional volverá la tranquilidad. Eso quiere decir que las autoridades estadounidenses dejen de enviar mensajes que a veces suenan contradictorios, sobre un cambio en la política de liquidez abundante que ha sido la constante desde el 2008.
Al mismo tiempo, hay otro interrogante relacionado con la marcha de la economía nacional y los precios de materias primas como el petróleo. En la medida en que ambos factores evolucionen bien, igualmente lo hará la bolsa, pero no hay plena certeza de que así va a ser.
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