Por cuenta de las preocupaciones que han surgido con respecto al comportamiento de la economía colombiana, los analistas le prestan mucha atención a las señales provenientes de la actividad edificadora. Al fin de cuentas, un cambio importante podría ser un síntoma de una variación en las expectativas.
No obstante, el parte proveniente del sector es de tranquilidad. Así se desprende del informe que dio a conocer el Dane este martes, con respecto a las licencias de construcción aprobadas en los 88 municipios de mayor población en el país.
Aunque es verdad que los permisos no implican necesariamente el comienzo de las obras, los académicos consideran que el indicador es un buen termómetro respecto al segmento. Y es que la consecución de esta autorización se interpreta como la confirmación de arrancar con un proyecto determinado.
Hecha la aclaración, el mensaje es que las cosas siguen relativamente bien. En junio tuvo lugar un salto del 24 por ciento en el área licenciada, con lo cual se pudo corregir, en buena parte, el desfase que empezaba a mostrar el 2015.
Debido a ello, el acumulado del primer semestre muestra una reducción del 4,8 por ciento con respecto a igual lapso del año pasado. La suma de 12,3 millones de metros cuadrados aprobados es muy similar a la registrada desde el 2013, con lo cual se podría decir que no hay altibajos significativos.
Aun así, los conocedores registraron que el comportamiento de la vivienda es positivo. Con 9,2 millones de metros autorizados en la mitad inicial del año, el guarismo es el segundo más alto de la historia. En contraste, las oficinas vieron un bajón significativo, presumiblemente por las señales de exceso de oferta que se notan en Bogotá. Tras las sumas y restas, todo indica que las cosas no han desmejorado en este campo.
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