La recuperación duró poco. Esa podría ser la conclusión rápida, tras observar el comportamiento del Índice de Confianza Industrial que elabora Fedesarrollo. Y es que según la entidad, la mejoría que se había observado en abril y mayo experimentó una reversión en junio.
La causa principal del deterioro observado fue, sobre todo, un componente clave del indicador. En particular, los empresarios consideraron que su volumen de pedidos ha empeorado, lo cual hace pensar que la demanda sigue siendo relativamente débil.
No obstante, tal vez la señal que debería generar más inquietud fue la que tiene que ver con la percepción en torno al problema del contrabando. Así, 30 por ciento de los interrogados reportaron que la situación empeoró, mientras que 59 por ciento la calificó como igual y 10 por ciento sostuvo que había mejorado.
Como consecuencia, el balance entre respuestas negativas y positivas es el peor en más de cinco años, algo que debería servirle de campanazo de alerta al Gobierno para que redoble la lucha contra ese flagelo.
Por otra parte, la confianza de los comerciantes también empeoró, aunque los números muestran que la realidad del ramo no es alarmante. Aun así, la visión del sector es menos optimista que en el pasado reciente, a pesar de que los datos del Dane muestran que la evolución del 2013 se puede calificar como aceptable.
Tales elementos dan para pensar que el desempeño de la economía continúa siendo mediocre. Aunque algunos componentes del plan de reactivación, dado a conocer hace cerca de tres meses, tomarán cierto tiempo en sentirse sobre la actividad manufacturera, había la esperanza de que el segundo aire se manifestara pronto. Pero todo indica que ese no es todavía el caso.
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