La semana pasada se publicaron las minutas de la reunión de junio de la Reserva Federal (la Fed) en EE. UU. En nuestra opinión, el tono del documento es ligeramente menos optimista, lo cual confirma nuestro análisis inicial sobre la reunión del mes pasado, y refleja un mayor grado de incertidumbre al interior del Comité de Política Monetaria, especialmente debido a algunos acontecimientos recientes en el entorno internacional. Además, la información disponible desde que se llevó a cabo esa reunión debería haber aumentado ese nivel de incertidumbre. Lo anterior es consistente con nuestra expectativa de que el primer aumento de tasas de interés ocurrirá en la reunión de diciembre y no en la de septiembre, como espera el grueso del mercado.
En su momento habíamos explicado que el comunicado de la reunión de junio de la Fed había sido un poco menos optimista de lo que se esperaba y que los comentarios de su presidente en la rueda de prensa todavía seguían reflejando dudas sobre las perspectivas económicas de corto plazo. También habíamos resaltado que las nuevas proyecciones económicas de los miembros del Comité apuntaban a una recuperación más lenta de lo que se estimaba previamente, lo cual iría de la mano de una subida de tasas de interés más gradual. En nuestra opinión, un mensaje importante fue que el inicio de subida de tasas de interés no estaba asegurado para septiembre. Creemos que las minutas que se publicaron la semana pasada corroboran este análisis.
En cuanto al crecimiento económico, no hubo cambios importantes sobre la expectativa de continua recuperación en los próximos meses. Sin embargo, varios miembros del Comité mencionaron razones para ser más cautelosos, como la posibilidad de que el consumo de los hogares continúe siendo débil, o que se prolonguen los efectos adversos del fortalecimiento del dólar y de los bajos precios del petróleo.
Además, varias veces se manifestó preocupación sobre los riesgos a la baja asociados a los acontecimientos económicos y financieros en Grecia y China. Vale la pena destacar que en estos dos casos la situación se ha deteriorado desde la reunión de junio, generando un nuevo episodio de aumento del dólar y de caída del precio del crudo. La crisis en Grecia se ha profundizado significativamente, luego del cese de pagos al FMI, del cierre bancario indefinido, de la imposición de controles de capital, del resultado negativo del referendo del 5 de julio, y de las mayores dificultades políticas para llegar a un acuerdo con los acreedores que evite una salida abrupta de la unión monetaria. Por su parte, el desplome del mercado bursátil en China se ha agudizado, a pesar de una serie de medidas que han tomado las autoridades económicas para estabilizarlo, con éxito limitado hasta el momento.
En cuanto a la dinámica del mercado laboral, se mencionó que su desempeño está en línea con lo esperado, incluyendo una mejor dinámica en la compensación salarial. No obstante, los datos publicados después de la reunión de junio revelaron un panorama menos sólido tanto en el frente laboral como en el salarial. En particular, el reporte de empleo de junio fue bastante mediocre: el dato de generación de empleo no agrícola se ubicó por debajo de las expectativas, los de los dos meses anteriores fueron revisados a la baja sustancialmente, la tasa de ocupación disminuyó, la tasa de participación laboral cayó a su mínimo nivel en 38 años, y la inflación anual de los salarios bajó nuevamente a 2 %, el mismo nivel deprimido en el que ha estado estancada desde la crisis financiera de 2008-2009.
No hubo cambios importantes en la evaluación del desempeño de la inflación. La discusión sigue enfocada en los bajos niveles que se observan, aunque se destaca la reciente estabilización de los precios del petróleo y de la tasa de cambio, como factores que podrían contribuir a reducir las presiones a la baja de los primeros meses de 2015. Sin embargo, anteriormente mencionamos que la crisis en Grecia y el desplome de los mercados en China han vuelto a aumentar la volatilidad de esas dos variables.
En cuanto a la discusión sobre el momento apropiado para subir las tasas de interés, se reveló que solamente ‘algunos’ miembros del Comité consideran que las condiciones para empezar con la normalización ya se cumplieron o se cumplirán ‘relativamente pronto’, mientras que ‘muchos’ consideran que aún no se han cumplido y que todavía se requiere de más información en varios frentes. Aun así, se mantiene el consenso de que el aumento de tasas podría ocurrir en los próximos meses y muy seguramente antes de finalizar el año, dado que el punto medio de las estimaciones de los miembros del Comité para el cierre de 2015 se ubica un poco por encima del rango actual de 0 % a 0,25 %. En nuestra opinión, lo anterior es un reflejo de las dudas que aún imperan al interior del Comité y de cierta inclinación mayoritaria a dar un compás de espera para que las cifras económicas muestren mayor solidez de la que posiblemente evidenciarán en la reunión de septiembre, para la cual solamente faltan dos meses.
Andrés Pardo Amézquita
Director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana