TransMilenio cumple 15 años de estar desarrollando la compleja tarea de transportar a los bogotanos y, aunque es bien sabido que cambió la vida de todos los bogotanos, los retos han sido de enormes proporciones y dimensiones bíblicas. Para dar un idea, transporta 2’300.000 pasajeros diarios que se movilizan en un 80 por ciento entre las 5:16 y 7:30 de la mañana y entre las 5:00 y las 7:00 de la noche.
Enfrentar las vicisitudes de gestionar el transporte publico en un medio ambiente amenazado por los gases contaminantes emitidos por los sistemas de transporte en el mundo plantea un nuevo escenario para el futuro inmediato del Sistema TransMilenio.
Doce empresas fabricantes de vehículos para el transporte urbano masivo se han acercado a TransMilenio S.A., a promocionar sus desarrollos en materia de conservación ambiental: las propuestas incluyen desde motores eléctricos que derivan su energía de dinamos instalados en los sistemas de frenos; sistemas de inducción de energía sin contacto, a través de ultracapacitores, evolución de los usados por los flashes de las cámaras de fotografía en los 90’s; hasta los desarrollos de tecnologías intermedias a gas, cuyas pruebas resultaron altamente exitosas a 2.600 metros sobre el nivel del mar el pasado mes de abril.
Pero las condiciones no pueden ser mas complejas: el retraso en la construcción de la infraestructura vial propuesta desde el inicio del proyecto tiene un déficit de más de 200 kilómetros y más de 300 estaciones asociadas a las mismas, lo anterior frente a una ciudad que crece permanentemente por múltiples razones.
Frente al tema aparece un cambio de escenario: las nuevas tecnologías están en la puerta de entrada listas para ser integradas a la segunda etapa de desarrollo del Sistema. El año pasado, TransMilenio S.A. recibió 340 visitas técnicas de países, ciudades, empresas de transporte y de consultoría para observar como se enfrentaría una operación de esta envergadura en la superficie, es decir, atravesando el trafico, la red de semáforos y la congestión de una ciudad de siete millones de habitantes.
Las estrategias de la empresa son tan arduas que requieren la integración con otros entidades del Distrito y el apoyo decidido de la Nación quien a través de los viceministros de Transporte y Hacienda adelantan la gestión de los recursos para adelantar la troncal de la Avenida Boyacá, que reviste especial importancia para la descongestión del sistema en general.
La revisión de tecnologías en transporte no se limita a los desarrollo de buses eléctricos, híbridos y a gas, también se adelantan proyectos para integrar el Metro de Bogotá, los metro cables a ser instalados en Ciudad Bolívar, San Cristóbal Sur y Cazucá, este último ya se encuentra en fase de adquisición de predios para su puesta en marcha tan pronto se legalicen estas compras.
También se evalúan en este momento los trenes de cercanías o tranvías hacia Facatativá y Soacha, los cuales por contar con los corredores férreos ya definidos pueden llegar a convertirse en los primeros componentes completamente eléctricos del Sistema Integrado de Transporte de la ciudad, sin olvidar que ya en este momento están rodando los taxis eléctricos cuya contribución al medio ambiente le proporcionó a Bogotá el último de los 10 reconocimientos mundiales en términos de Sistemas de Transporte Sostenible.
El proyecto TransMilenio es un proyecto que debe ser considerado como una política pública de largo aliento y debe trascender las administraciones del ámbito local: las condiciones están dadas para continuar la expansión del sistema, que hoy se encuentra en la tercera fase de las siete que ya debían haber sido adelantadas.
Algunos problemas de orden fiscal y otros de diversa índole han hecho que el proyecto este detenido en el tiempo frente a una demanda siempre creciente, los ciudadanos sufren las consecuencias de decisiones mal tomadas con respecto a un servicio público que no puede detenerse. No hay vuelta atrás.
Jaime García Méndez,
Oficina Asesora de Planeación. TransMilenio S.A.