A un año de haber recibido a Emcali tras una intervención estatal de más de 13 años, el próximo 24 de junio, el directivo le presentará a la junta directiva el proyecto a futuro de lo que será la estructura corporativa de la empresa de servicios públicos de la capital del Valle.
En ella se crean varias gerencias y, tal vez lo más importante, es que se plantea la transformación del componente de telecomunicaciones, Telco, en una compañía dedicada a la conectividad que brinde servicios integrados de alta tecnología, aprovechando fortalezas como la Alianza del Pacífico y la participación que tiene la compañía en el proyecto del cable submarino de fibra óptica por el océano Pacífico.
¿Qué pasó en este año?
Esta era una empresa en la que, por 13 años, lo principal era pagar la deuda y lo que sobrara era para invertir en los tres negocios: energía, acueducto y telecomunicaciones. Hicimos un replanteamiento estratégico que se construyó sobre tres columnas vertebrales: innovación, consolidación y crecimiento a través de alianzas estratégicas.
¿Qué tan grande fue el rezago que les quedó?
Nos quedamos como una empresa integrada, pero eso se ha devuelto y hoy es una ventaja. Por ejemplo para ofrecer sistemas de ciudades inteligentes, donde es clave tener los negocios integrados para ofrecerlos a distintos segmentos de población. Obviamente, es importante en telecomunicaciones tener alianzas para que los servicios en 4play.
¿Qué están haciendo en innovación?
Ya montamos el sistema de innovación con un componente I+D (investigación y desarrollo) con 25 muchachos de diferentes negocios. El sistema lo montamos como en octubre y en diciembre se hizo un piloto para el que esperábamos 10 ideas, pero, en plena feria, hubo 53.
¿Hay una dependencia que maneje la innovación?
Como hay ley de garantías, los cambios de estructura no se pueden dar mientras tanto (la entrevista se realizó la semana anterior), pero eso nos permitió trabajar en una consultoría para el rediseño de la estrategia, y en la nueva estructura está el tema de innovación como un actor fundamental. Pero de eso no puedo hablar por el momento, porque primero se lo tengo que presentar a la junta. Otra cosa es que concursamos con 80 empresas para una convocatoria de iNNpulsa sobre innovación abierta y quedamos entre los 10 elegidos.
Y en consolidación, ¿qué tanto han hecho?
La apuesta es ser muy buenos en lo que hacemos y no permitir que otros se nos cuelen, porque con la Alianza del Pacífico van a llegar muchas empresas. El área que conforman Cali, los 10 municipios que la circundan y Buenaventura fue escogida por el Banco Mundial y la IFC (Corporación Financiera Internacional) entre las 20 zonas del mundo que ellos llaman transformacionales.
En eso hay ventajas, pero también más competencia externa...
Claro que sí. Están llegando empresas chilenas, argentinas, brasileñas e indias, porque esta se está convirtiendo en la puerta de entrada de la Alianza del Pacífico. Los asiáticos ven a Cali y Buenaventura como plataformas de distribución de insumos y materias primas para el resto de Suramérica. Brasil también está abriendo la posibilidad de que nos volvamos plataforma de procesamiento de alimentos para China, porque la mano de obra brasileña es muy cara. Hoy estamos compitiendo con Santiago y Lima por una ruta aérea, porque Brasil no tiene conexiones aéreas con el Pacífico, todo lo saca por el Atlántico, pasando por Johannesburgo o Hamburgo, hacia China. Todas las oportunidades las queremos tomar.
Un elemento que atrae la inversión es ver qué tan maduras están las ciudades en servicios públicos. ¿Ven una oportunidad?
Sí, y por eso tenemos que ser muy buenos en lo que hacemos: en agua, alcantarillado, energía y conectividad. Por eso nos metimos en el cable submarino, para tener la mejor conectividad de América Latina, porque ese chorro de capacidad va a estar en beneficio de las universidades, los centros de salud, las empresas.
¿Ven alguna posibilidad de entrar a competir en telefonía celular?
Ya estamos haciendo alianzas con compañías de 4G para dar todo el servicio de celular, pero nuestro foco va a ser convertirnos en operadores de ciudades inteligentes. Que Cali encuentre en Emcali el operador de ciudad inteligente, y luego lo ofreceríamos a nivel nacional e internacional.
¿Qué implica este concepto de ciudad inteligente?
Primero, es un esfuerzo de integración de sistemas, de semaformización, control de tráfico, seguridad, aulas inteligentes para los colegios públicos y universidades, sistemas de información y aulas inteligentes para telemedicina, el radar y control de sistemas ambientales para ríos y cuencas, entre otros. Hoy somos los únicos que podemos integrar (servicios). Bogotá ya no lo puede hacer, ni Medellín ni Barranquilla. Por habernos ‘dejado el bus’, hoy podemos, por ejemplo, utilizar las redes eléctricas y combinarlas con las de telecomunicaciones. Podemos hacer instalaciones de internet en dos minutos a través de la red eléctrica, cosa que ni Tigo ni Claro pueden hacer. Ellos tienen que extender sus cables y nosotros lo podemos hacer por la red eléctrica, más rápido y más barato.
¿Qué otras aplicaciones tiene esto?
En empresas, por ejemplo, tenemos la posibilidad de ser manejadores de bases de datos en compañías del Valle. A un cliente para el que lo más importante sea la energía podemos hacerle paquetes que además tengan agua, telefonía, IPTV y manejo de bases de datos. Ya lo estamos ofreciendo.
¿Van a actuar solos?
Necesitamos un aliado estratégico y lo vamos a traer para conectividad. Ya hay cuatro interesados y todos son asiáticos. Vamos cerrar esa alianza pronto.
¿Qué pasará con Telco?
La idea es llevarla hacia una empresa de conectividad, pero con aliados estratégicos.
¿O sea que incluirá capital privado? ¿Para eso necesitan escindirla?
Sí incluiría capital privado, pero no necesita separarse. Lo que necesitamos es un experto en conectividad que aproveche nuestra infraestructura y que la potencie en servicios de valor agregado.
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