Pocos eventos en los últimos 50 años nos han unido tanto a los colombianos como la participación exitosa de nuestro país en el pasado Mundial de Futbol 2014. Ver la destreza, entrega, compromiso y serenidad del equipo colombiano generó grandes emociones y orgullo a todas las generaciones. Esto nos debe servir para avanzar en la construcción de una nación productiva, competitiva y deliberante pero en paz.
Esa participación tan destacada de la selección Colombia nos ha dejado grandes lecciones que debemos aprender para acelerar el crecimiento, reducción del desempleo y de la pobreza, y en general de una sociedad más equitativa.
1. Escoger a los mejores sin presión de ninguna alguna
Una de las estrategias exitosas del técnico Pékerman fue escoger a los mejores, sin presión de los directivos del futbol para incorporar a uno o a otro jugador.
Esta lección nos debe servir para hacer una reingeniería sobre la forma cómo hoy se hace la selección de personal tanto en el sector privado como público. Si bien se ha avanzado en los procesos meritocráticos todavía subsisten fallas que cierran la puerta a que los mejores y más preparados tengan la oportunidad de aportar en el desarrollo del país.
Da mucho dolor que personas capacitadas en las mejores universidades y con todos los méritos académicos no tenga una forma expedita para acceder a los cargos de alta responsabilidad donde puede aportar sus conocimientos y formarse como un líder del futuro. Debería crearse un banco único de talentos a donde los profesionales puedan registrarse y sea de ahí donde las distintas empresas recluten a los mejores prospectos. Con ello las recomendaciones políticas para acceder a los cargos de alta responsabilidad podrían mitigarse considerablemente.
Así mismo, es necesario en las empresas hacer una adecuada combinación entre la amplia trayectoria(caso Modragón y Yepes de la Selección que aportaron confianza y experiencia internacional) con los profesionales jóvenes que tienen ganas de acertar con conocimientos mucho más frescos(caso James Rodriguez y todos los jugadores jóvenes de la Selección) y sobretodo con toda la energía para gastar.
La mejor teoría y práctica de selección de personal nos la ha enseñado Pékerman, sin ser un experto mundial en el tema: objetividad, cero presiones en la escogencia y combinación adecuada de experiencia y juventud.
2. Preparación competitiva
Cuando Pékerman decidió aceptar ser director de la Selección Colombia tenía claro el objetivo de entregar resultados sobresalientes, sabía que tenía que compenetrar a sus dirigidos con el compromiso del triunfo, sabía que tenía la responsabilidad de saber aprovechar todos los talentos que había convocado para alcanzar una presentación destacada.
Así mismo, se dedicó sin mucha divulgación a prepararlos con esa visión competitiva, teniendo claro que el reto era muy grande, máxime cuando en los últimos 16 años Colombia no había logrado una posición destacada, teniendo talentos. Se empeñó en crear una mentalidad de equipo competitiva.
Esta lección es clave si queremos avanzar en el desarrollo competitivo de las personas, empresas y del Estado, la cual pasa por la educación. Los malos resultados en este campo van más allá de los problemas de la calidad de los docentes y de los métodos de enseñanza.
Es necesario fortalecer desde el hogar la visión del aprendizaje comprometido, de hacerles entender desde pequeños el valor de una educación competitiva. Hay que superar la mediocridad formativa, entendiendo que el solo talento no es suficiente sino nos esforzamos por ser educarnos en un entorno de calidad y competitividad.
Claro, los profesores son claves para guiar con destreza el éxito educativo. Si el profesor Pékerman no tuviera esa cualidad, poco habría logrado con tantos talentos buscando sobresalir de manera individual. Es urgente fortalecer la formación de docentes y con prioridad los de las zonas rurales donde el problema de enseñanza-aprendizaje es muy deficiente.
Necesitamos a muchos profesores Pékerman, con claridad en los objetivos, serenos para transmitir conocimiento y compenetrados en la calidad y en los resultados, sin arrogancia ni triunfalismos.
3. Unidad de equipo y poco individualismo
Si algo es destacado de ésta Selección Colombia es que el técnico Perkerman logró compactar el equipo, donde todos estaban trabajando y aportando para el triunfo del equipo, entregando todo en la cancha, sin egoísmos ni personalismos. Es tan importante el logro del trabajo en equipo que si bien no fuimos campeones mundiales, la Selección Colombia se llevó los mejores comentarios a nivel internacional y generó la mayor solidaridad de la prensa internacional cuando un mal arbitro atajó el paso hacia las semifinales.
Esta lección es vital para Colombia, poder trabajar con decisión, bajo un mismo propósito y sin individualismos enfermizos para avanzar en el progreso del país.
Los caudillismos solo generan pérdidas de valores porque hasta las mentes más brillantes se entregan a los encantos y energía del caudillo, solo obedecen órdenes y pierden la capacidad de pensar y actuar.
Es urgente fortalecer el trabajo en equipo, donde la suma de individualidades talentosas bajo la tutela de un líder produzcan resultados satisfactorios en todos los campos tanto en el sector privado como público.
4. Gestión aclamada
Lo alcanzado por la Selección Colombia va más allá de los destacados resultados futboleros porque logró unir un país, a brotar energías positivas, nos puso a soñar en un mejor país, a mejorar la imagen internacional y pensar que siempre es mejor la unidad por encima de los intereses particulares, de grupos o partidos.
Estos logros y emoción deben internalizarse y canalizarse positivamente en todos los colombianos porque sirven para emprender la construcción de país que tiene el potencial de ser un jugador internacional de alto calado, que demostró que cuando hay unidad de propósitos hacia el progreso todo se puede lograr, hoy nuestros indicadores económicos y sociales así lo demuestran.
Necesitamos una gestión aclamada como la realizada por la Selección Colombia, donde los técnicos anteriores guardaron prudencia en los comentarios hacia Pékerman, no fueron hostiles en la crítica y apoyaron los aciertos. Es deseable que exista controversia sobre la forma de emprender las transformaciones y que se denuncie hechos que vayan contra la moral y la transparencia pero esta debe hacerse dentro un entorno sereno y argumentativo pero en ningún momento destructivo, porque esto destruye la posibilidad de la concertación y de construir un país con mayor prosperidad. ¡Fortaleza Colombia!
Jesús Antonio Vargas Orozco
Economista – Administrador Público
jesusvargas.orozco@gmail.com