Desde finales del año pasado hemos venido anticipando que el inicio de la normalización monetaria de la Fed sería en diciembre de 2015. Sin embargo, recientemente hemos empezado a ver riesgos adicionales de que ese proceso se aplace aún más, hacia comienzos de 2016.
La recuperación de la economía de Estados Unidos sigue siendo moderada (a pesar del fuerte crecimiento del PIB en 2T15), mientras que la inflación es significativamente baja y con riesgos de deflación, el mercado laboral se ha recuperado pero continúa mostrando altos grados de subutilización de la fuerza laboral y el frente externo se ha sumado como factor de riesgo adicional al crecimiento y la inflación.
SEPTIEMBRE AL PARECER NO CONVENCE
De acuerdo con las minutas de la Fed de la reunión de julio, los miembros del Comité consideran que las condiciones para incrementar la tasa de interés se están aproximando, aunque no se han alcanzado.
La Fed expresó su preocupación en torno a los bajos niveles de inflación y los riesgos asociados al fortalecimiento del dólar y los acontecimientos en China.
Casi todos los miembros con voto del Comité indicaron la necesidad de ver mayor evidencia de que el crecimiento económico es suficientemente fuerte, y que el mercado laboral presenta las condiciones apropiadas para impulsar la inflación hacia el objetivo.
Durante los últimos meses, cinco de los diez miembros con voto del Comité han expresado que no creen que las condiciones actuales estén dadas para un aumento de tasas en septiembre; otros dos han reconocido los avances de la economía, pero han sido enfáticos en advertir la necesidad de evaluar la información económica disponible antes de tomar cualquier decisión.
Uno de ellos declaró en junio que espera dos aumentos de tasa de interés para este año, y sólo dos de los diez miembros del Comité han sido consistentes en afirmar que ven el espacio libre para aumentos de tasa de interés en septiembre.
Los riesgos de crecimiento y de inflación a nivel global se han incrementado, lo que refuerza nuestras expectativas de que septiembre podría ser un momento apresurado para iniciar los incrementos en la tasa de interés.
En efecto, la probabilidad de aumento de la tasa de la Fed en septiembre, medida a través de los futuros de los Fed Funds, ha caído hasta 30% desde el máximo de 54% alcanzado a comienzos de agosto.
SITUACIÓN ECONÓMICA
De acuerdo con la segunda estimación, el PIB de Estados Unidos creció 3,7% trimestre anualizado en el segundo trimestre de 2015, muy por encima de la primera estimación y de las expectativas del mercado.
La corrección al alza estuvo asociada a la inversión privada (por inversión fija e inventarios), el consumo del gobierno y las exportaciones netas.
Sin embargo, es importante resaltar que la mayor contribución del cambio en inventarios y de las exportaciones netas es consecuencia de una profundización en la caída de las importaciones y un débil crecimiento de las exportaciones, evidenciando que aún persiste debilidad en la dinámica de la demanda interna.
Ahora bien, aunque es importante reconocer el avance de la economía en varios frentes, el índice de sorpresas macroeconómicas de Bloomberg sugiere que los avances que han presentado los indicadores económicos recientemente continúan ubicándose por debajo de las expectativas de los analistas.
En efecto, el modelo de pronóstico del PIB de la Fed de Atlanta sugiere un crecimiento de tan sólo 1,5% en el tercer trimestre, mientras que los analistas estiman una cifra cercana a 2,7%. Nuestros cálculos sugieren que el crecimiento promedio en el segundo semestre del año debería ser alrededor de 2% para que la economía mantenga el crecimiento de 2014.
En cuanto al mercado laboral, se destaca que hay un avance importante en terminos de subutilización de la fuerza laboral; sin embargo, los niveles siguen siendo altos y los salarios se estabilizaron en bajos niveles, sugiriendo una recuperación moderada del consumo de los hogares.
Adicionalmente, el dato de empleo de agosto fue mixto: por un lado las nóminas no agrícolas aumentaron por debajo de las expectativas del mercado y por debajo de los 200 mil que se consideran necesarios para recuperar el nivel de empleo perdido durante la crisis, y por el otro, la tasa de desempleo descendió a su menor nivel desde 2008 y se ubicó en el rango objetivo de la Fed para 2015 (5,0%-5,2%), debido principalmente a un aumento en el nivel de empleados.
Por otro lado, la inflación se ubica sustancialmente por debajo de la meta de 2%, y el contexto externo ha aumentado los riesgos a la baja sobre la misma, que podrían llevarla a terreno negativo en los próximos meses.
Las expectativas de inflación implícitas en las tasas de los bonos del Tesoro se ubican en niveles cercanos a cero para los próximos dos años, mostrando que aún no hay señales de convergencia de la inflación hacia los niveles de largo plazo establecidos por la Fed, contrario a los requerimientos del Comité al respecto.
Finalmente, luego de los datos mixtos publicados en las últimas semanas, del reciente aumento en la volatilidad a nivel global y de anuncios recientes que han deteriorado las perspectivas económicas a nivel externo, somos aún más escépticos de que la Fed vaya a subir tasas en la reunión de este mes, incluso creemos que ha aumentado la posibilidad de que sea a comienzos de 2016.
Además, en nuestra opinión aún imperan dudas al interior del Comité y hay cierta inclinación mayoritaria a dar un compás de espera para que las cifras económicas muestren mayor solidez de la que se evidencia actualmente.
Carmen Salcedo Saldaña
Subdirectora, analista de economía internacional Corficolombiana