La cifra sobre la evolución de los precios de los productos de la canasta familiar, correspondiente a septiembre, y que será divulgada el próximo sábado por el Dane, seguramente permitirá confirmar que los paros de los sectores agropecuario, minero y de transporte de carga no encarecieron los productos, a pesar de que algunos de ellos no pudieron llegar durante 15 días a los grandes centros de consumo.
Los analistas sostienen que pese a esta situación, el impacto sobre la inflación se disipó debido a que los consumidores optaron por la sustitución de los productos que escasearon en las centrales de abastos, las plazas y los cadenas de supermercados, por los que ingresaron de las zonas libres de las protestas campesinas.
De la misma manera, aunque efectivamente hubo un repunte de precios de algunos alimentos provenientes del campo durante el arranque de septiembre como consecuencia de los paros, al finalizar las protestas y producirse el despeje de las vías llegaron a las grandes ciudades todos los productos que habían dejado de recolectarse durante los días de las protestas.
Esta situación generó un sobreabastecimiento que provocó un descenso en las cotizaciones y la consiguiente compensación frente a los precios altos observados en la primera semana de septiembre.
En general, el noveno mes del año ha presentado un buen abastecimiento de productos del campo, por lo que se estima que la inflación en este rubro se mantendrá en niveles similares a los del promedio del mismo mes del año pasado, cuando la inflación se ubicó en 0,29 por ciento.