En la medida en que se van haciendo públicos, los datos correspondientes a agosto confirman que el mes pasado fue malo en muchos aspectos. Por ejemplo, los resultados de las encuestas que hace Fedesarrollo entre empresarios y consumidores muestran un fuerte deterioro en la calificación de la realidad nacional y en las expectativas de ambos grupos.
A su vez, las cifras correspondientes a diferentes ramos productivos tampoco son buenos. Ese es el caso de la fabricación de cemento que volvió a experimentar números en rojo. Como si eso fuera poco, los despachos del material cayeron en 4 por ciento durante el periodo en cuestión, según el Dane.
En consecuencia todo apunta a un bache importante, cuya causa primordial fueron los paros que dificultaron el normal desarrollo de las actividades en varias regiones del país y que incluyeron el cierre de varias carreteras por cuenta de los manifestantes. Debido a ello, fue imposible cumplir con los pedidos y abastecer de insumos a un buen número de plantas que se vieron obligadas a detener su labor.
Ante la evidencia de los altos costos que tuvieron las protestas, ahora el debate entre los especialistas se centra en si las pérdidas registradas son recuperables o serán determinantes para dar al traste con la tímida reactivación que se vio en el segundo trimestre del 2013. Quienes se inclinan por la primera postura sostienen que aún hay espacio para un nuevo aire y que la parálisis podría verse compensada en parte en el ejercicio de septiembre.
En cambio otros creen que el bajón fue mucho más profundo. De hecho, los sondeos recientes comprueban que el pesimismo no ha disminuido en forma notoria, a pesar de que el suministro de bienes podría describirse como normal.
El veredicto final lo acabarán dando las estadísticas. Pero mientras estas llegan es bueno tener en cuenta que agosto fue atípico y pone en duda las esperanzas en torno al cierre del año.
Ricardo Ávila Pinto
ricavi@portafolio.co
Twitter: @ravilapinto
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