Así quedó confirmado el viernes después de que la entidad hiciera públicas las minutas de la más reciente reunión de su junta directiva, en la cual el Emisor reajustó la tasa de interés del dinero que les presta a los intermediarios financieros en un cuarto de punto porcentual.
Según la entidad, hay datos positivos en lo que respecta a las ventas minoristas, la recuperación de la industria, la elevada confianza de los consumidores y el comportamiento del crédito bancario.
Por cuenta de las señales registradas, el crecimiento de la economía durante el primer trimestre del 2014 debería ubicarse en cercanías del 4,8 por ciento.
La aceleración vista coincide con un alza en la inflación, cada vez más cerca del punto medio del rango fijado como meta por las autoridades, que es del 3 por ciento anual.
Parte de lo sucedido tiene relación con mayores presiones salariales en los ramos comercial y manufacturero y aunque no parece haber mayor nerviosismo en el Banco, es clara la necesidad de tensar la rienda para mantener las expectativas sobre nuevas alzas a raya.
Los elementos descritos forman parte de las apuestas para el año que transcurre. En su discusión, los directores coincidieron en que la expansión del Producto Interno Bruto sería al menos del 4,3 por ciento en el año, mientras que más de uno se inclina por números más elevados.
Tales impresiones explican por qué sigue en marcha la política de aplicar gradualmente los frenos para que los precios no se desboquen.
No obstante, el tono del chequeo es positivo e implica que el concepto supera el promedio latinoamericano que sería inferior al 2 por ciento, según el Banco Mundial. La tensión previa a las elecciones, no parece haber influido negativamente sobre el talante de los consumidores o el de los empresarios.
Ricardo Ávila Pinto
ricavi@portafolio.co
@ravilapinto