A juzgar por el tono de los comunicados provenientes del Gobierno, lo sucedido en mayo con la tasa de desempleo da para hacer ferias y fiestas. Tal como lo informó el Dane este jueves, el índice de desocupación en mayo cayó a niveles históricos, al ubicarse en 9% para las 13 áreas metropolitanas más grandes y en 8,8% a nivel nacional.
No obstante, una mirada más detallada de los datos sugiere que hay que tomar los resultados con un grano de sal. Si bien es cierto que la población ocupada superó la marca simbólica de los 22 millones de personas, el incremento apenas ascendió a 79.000 individuos, en comparación con igual periodo del 2015. En contraste, el grupo que se conoce como los inactivos –compuesto por gente que no está buscando trabajo– se incrementó en 449.000 ciudadanos. Puesto de otra manera, la oferta laboral experimentó un bajón significativo, lo cual se expresa en una menor tasa de participación.
Si eso es bueno o es malo, es algo que será objeto de debate entre los analistas. Los optimistas se encargarán de señalar que aun en medio de la desaceleración de la economía hay una ganancia neta de plazas nuevas generadas, mientras que los pesimistas dirán que lo que existe es un estancamiento virtual.
En cualquier caso, llaman la atención las principales capitales, con Bogotá a la cabeza. Frente al año pasado, la tasa de participación en el Distrito descendió en casi tres puntos porcentuales, que no es una variación menor. Por eso, antes de celebrar, bien vale la pena examinar el motivo de la que alguien podría describir como una anomalía estadística.
Lo anterior, junto al desplome del empleo en la industria y el retroceso visto en el transporte y la construcción, sugiere que no solo hay luces verdes en el campo laboral, sino también amarillas y rojas.
ricavi@portafolio.co
@ravilapinto
Luces de colores
Lo más leído
Nuestros columnistas
María Sol Navia V.
Respeto al gobierno corporativo
Rafael Herz
El auge del extremismo
Eso se vio de manera poco creíble en el caso del ataque al Capitolio en los Estados Unidos.
Juan Manuel Ramirez M.
Robledo, taxistas y plataformas
Ian Bremmer
Las amenazantes complicaciones de una larga pandemia
Hernando José Gómez
Crédito para apoyar la reactivación
Ricardo Gaitán
Marcas “pinchadas” por Covid-19
José Andrés Duarte G
Alimentación BALANCEada
Carlos Tellez
Los retos empresariales
Patricia Llombart-Cussac
Europea en Colombia
Colombia y la UE: hacia un comercio más ecológico y diversificado
Andrés Espinosa Fenwarth
Emisor para el siglo XXI
Es clave una reforma al Emisor para que promueva estabilidad de precios, crecimiento y pleno empleo.
José Manuel Restrepo A
Plan Vallejo, instrumento de reactivación
Miguel Gómez Martínez
Liberar la educación
Juan Carlos Quintero Calderón
Corre Forest, ¡Corre!
Lan Hu
Covid-19, desarrollo y multilateralismo
Camilo Herrera Mora
¿Sin tiempo para planear?
La reactivación y recuperación de la economía será más lenta de lo que necesitamos..
Mario Hernández Zambrano
Economistas y gremios serios
Ricardo Santamaría
Son seres humanos, no cifras
Es un drama humano y social de proporciones inconmensurables. Imposible de comprender.
Henry Bradford Sicard
Mujeres en juntas directivas
Cecilia López Montaño
¿Volver a la escuela? acción, no polarización
Gustavo H. Cote Peña
Capricho impositivo
Mauricio Cabrera Galvis
¿Cuál política de reactivación?
Beethoven Herrera Valencia
Colaboración de Luis Alejandro Rojas.
Zarpazo a la seguridad social (1)
Ricardo Villaveces P.
Deber ser una prioridad
El mundo de la ciencia de los datos y sus aplicaciones ofrece posibilidades muy interesantes.
Carl Henrik Langebaek
universidad de los Andes.
La formación dual y Colombia
Colombia no podrá industrializarse, generar empleo y crecer si no cambia su modelo educativo.