En una sesión de gran volatilidad, los precios del petróleo subieron 2 por ciento ayer, pero las preocupaciones sobre un mayor bombeo y la ansiedad por una desaceleración económica contuvieron los avances.
El Brent ganó 1,11 dólares, o 2,1 por ciento, quedando en 54,91 dólares el barril, en una jornada en la que osciló entre 52,51 y 56,56 dólares, y el WTI subió 1,13 dólares, o 2,5 por ciento, a 46,54 dólares por barril después de bajar hasta 44,35 dólares y trepar hasta 47,78 dólares.
“Dados los niveles de volatilidad en los precios que hemos visto en el último mes, un movimiento diario de 2 dólares no es otra cosa que una continuación de esa volatilidad”, dijo Gene McGillian, vicepresidente de investigación de mercado de Tradition Energy en Stamford, Connecticut.
Los futuros del petróleo se vieron impulsados por algunas ganancias en Wall Street. Sin embargo, los decepcionantes datos de manufacturas chinas se sumaron a las preocupaciones actuales sobre la desaceleración de la economía mundial y el aumento de la producción en países como Rusia.
La actividad de las fábricas chinas se contrajo en diciembre por primera vez en 19 meses, lo que sugiere un comienzo difícil del 2019 para la segunda economía más grande del mundo.
China emitió el miércoles su primera serie de cuotas para la importación de crudo en 2019, y el volumen es inferior a las cuotas del año pasado, aunque se espera que los volúmenes suban más adelante.
En tanto, reportes de ayer mostraron que la producción petrolera rusa alcanzó un máximo en el 2018 y que las exportaciones de crudo iraquí aumentaron en diciembre. Y el pasado lunes, datos oficiales mostraron que la producción de petróleo estadounidense tocó un máximo histórico en octubre.
El barril cerró su primer año de pérdidas desde 2015 ante la creciente preocupación por el superávit y señales dispares sobre las sanciones de Estados Unidos contra Irán. En 2018, el WTI se desplomó casi 25 por ciento, mientras que el Brent bajó 19,5 por ciento.