Si algo quedó claro a lo largo de la semana que termina, es que la política sigue teniendo un peso inmenso sobre la marcha de la economía, tanto a nivel global como local. De un momento a otro, los giros de determinados gobiernos abren espacios de incertidumbre que inquietan a los inversionistas, mientras que en lugares como Colombia el consumo no despega del todo, pues falta ver el resultado del proceso electoral en marcha, que no terminará con las elecciones de este domingo, sino que se debería prolongar al 20 de junio.
El nuevo factor sorpresa en el escenario internacional es el de Italia. La designación allí del primer ministro Giuseppe Conte pone fin a meses de interinidad, pero confirma el ascenso al poder de dos partidos de corte populista, cuya desconfianza frente a las instituciones europeas es conocida. Cualquier intento de incumplir los acuerdos firmados o de apartarse del bloque comunitario, daría pie a inmensas turbulencias.
Debido a ello, los mercados han reaccionado negativamente. El motivo es que la deuda pública italiana es la cuarta más grande del mundo y un movimiento que apunte a una moratoria sería equivalente a un terremoto financiero.
Y si al otro lado del Atlántico llueve, de este no escampa. El anuncio de Donald Trump, referente a eventuales aumentos en los aranceles a los vehículos que llegan a Estados Unidos hizo que se cayeran las acciones de algunas de las marcas más conocidas.
Alemania, Japón y Corea del Sur reaccionaron con dureza ante una amenaza que sería la continuación de las hostilidades en materia comercial que caracterizan al actual ocupante de la Casa Blanca.
Colombia también necesita definir el nombre del próximo presidente de la República. En el momento de escribir estas líneas, lo factible es que vendrá una segunda vuelta, por lo cual se seguirán posponiendo decisiones importantes en materia de comercio e inversión. Falta ver el desenlace antes de llegar a una primera conclusión sobre la voluntad de los votantes, pero, por ahora, se vuelve a ratificar que la política es la variable que importa.
