La semana pasada organizado por Anif y Fedesarrollo se realizó el foro ‘El futuro del sistema de salud de los colombianos’ en el cual participaron expertos y voceros de la salud, de todos los sectores. Más de 5.000 personas, virtual o presencialmente, asistieron al evento, lo que demuestra el enorme interés que genera el tema hoy.
Lamentablemente la Ministra de Salud no asistió, y en su nombre escuchamos la presentación del viceministro de Protección Social, Luis Alberto Martínez. Entre conferencias individuales y panelistas, fueron 21 los que participaron en esta jornada de reflexión.
Tengo varias conclusiones. ¿Cuál es la crisis de la salud en Colombia de la que tanto habla el Gobierno? ¿Es real? Los avances en salud en el país en estos últimos treinta años, desde la vigencia de la Ley 100 de 1993, representan el mayor logro social del país de los últimos tiempos; pero además acabamos de pasar la durísima prueba de la pandemia del covid y en los hospitales, en UCI, habitaciones o consultas, no se dejó de atender un solo paciente sin ningún costo y se adelantó un plan de vacunación completo y oportuno con participación de los actores privados.
La cobertura de los planes de salud, entre los regímenes contributivo y subsidiado, es casi del 100 por ciento; A lo largo de estos años se han cerrado muchas EPS, algunas recientemente, lo que habla de un sistema que se ha depurado en el cual las mejores continúan prestando sus servicios y absorben los afiliados de las que se liquidan; el sistema de salud de Colombia es uno de los mejores de América Latina y comparado con el resto del mundo estamos mejor que el promedio global, con uno de los gastos de bolsillo per capital en salud mas bajos de los países de la Ocde.
¿Es un sistema perfecto? Claramente, no. ¿Tenemos problemas por resolver? Si, y algunos muy importantes y urgentes, entre ellos, la sostenibilidad financiera. Pero el consenso de este evento es que no se puede echar por la borda este proceso de 30 años en el cual hemos construido un sistema de salud que es un patrimonio sagrado de 50 millones de colombianos y que lo que se haga en materia de reformas es para mejorar lo que hoy tenemos y no para dar un salto al vacío, como por ejemplo volver a un sistema de salud público como el que teníamos antes que no podía ni siquiera llamarse sistema de salud.
Lo principal, y aquí tomo la palabra del gobierno reiterada por el Viceministro en este evento, es que debe “desarrollarse un amplio diálogo nacional para hacer la reforma estructural que se requiere”. Y con este cerró su presentación: “Trabajar juntos es un imperativo ético”. De acuerdo. Pero hay que aterrizar el debate en qué hacer y cómo. Propuestas concretas. Acciones. No más discursos. Con cifras, porque todo debe financiarse con lo que tenemos.
Ricardo Santamaría
Analista