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Ricardo Santamaría
OPINIÓN 

Mompox

Hay muchos emprendedores que han probado suerte en Mompox y les va bien. Pero los apoyos que tienen son mínimos. 

Ricardo Santamaría
POR:
Ricardo Santamaría
enero 16 de 2023
2023-01-16 10:14 p. m.
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Tuve el privilegio de visitar Mompox a final del año pasado. Su casco histórico es un lugar lleno de sorpresa y magia. Empecemos con la historia.

Fue fundada muy a comienzos de la Colonia Española, en 1537, en la que se conoce como la isla fluvial más grande de América Latina.

Así es: La ciudad está construida en un pedazo de tierra firme en medio de dos brazos del río Magdalena y de ahí su importancia estratégica.

Por más de tres siglos fue punto obligado del comercio desde y hacia Cartagena y de toda la colonización española hasta Santa Fe de Bogotá. Todo el oro que salió de Suramérica hacia España pasó por esta ciudad.

La ciudad y sus dirigentes hicieron historia el 6 de agosto de 1810, al declararse independientes de la corona española, bajo la consigna de 'Ser libres o morir'.

Ese gesto marcó desde entonces su personalidad de lugar único e irrepetible en el mundo.

Sus artesanos lo son de filigrana y joyería, primero de oro y hoy en día de plata. Su ritmo es lento y constante como el discurrir del río por el que han transitado alegrías, tristezas y muchos horrores.

Cuántas miles de historias, románticas o violentas, no tendrá el río Magdalena durante la Colonia y la República.

Los atardeceres vistos desde su casco histórico y sobre las aguas del río, son indescriptibles.

Hasta hace un par de décadas su acceso por tierra era a través de un ferry y ello la dejó olvidada por el tiempo.

Hoy se ha convertido en una joya turística pero, como todo, tiene sus problemas y grandes.

Su acceso es difícil. Desde Bogotá puede ser un viaje de 15 horas por una carretera a medio hacer, como lo es la Ruta del Sol, sin ninguna señalización.

Puedo dar fe de ello. Y desde Cartagena son seis horas. Existía un vuelo de EasyFly, que fue suspendido hace poco.

Se han desarrollado buenos y cómodos hoteles. Y los turistas llegan como pueden, en carros averiados por el mal estado de las carreteras y por el incierto transporte público.

Si el Gobierno tiene algún interés real en impulsar el turismo, Mompox sería un lugar perfecto para empezar a trabajar.

Que Satena, la aerolínea estatal, inaugure un vuelo regular a Mompox.También se puede llegar por el río desde Barranquilla o desde Cartagena por el Canal del Dique. Pero no existe ninguna oferta comercial.

La Secretaria de Turismo de Mompox, Betty Sinnig, hace un buen trabajo, pero el potencial es mucho más grande.

Desde hace cinco años se realiza un festival de jazz, que el año pasado por la pandemia no pudo llevarse a cabo y esperan relanzarlo este año. Hay que apoyarlo. Hay muchos emprendedores locales, costeños y cachacos, quienes han probado suerte en Mompox y les va bien.

Pero los apoyos que tienen son mínimos. La iniciativa privada se siente mucho más que las políticas públicas. Sin duda, vuelvo a Mompox.

RICARDO SANTAMARÍA
Analista

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