Primero fueron los 5 candidatos de la llamada Coalición de la Experiencia quienes, la semana pasada, sellaron un acuerdo para participar en una consulta popular en marzo próximo y consolidarse para la primera vuelta presidencial con un solo candidato. Son todos de centro derecha y se agruparon bajo el nombre de Equipo Colombia.
Y apenas el domingo pasado, 6 candidatos del centro izquierda, los que estaban agrupados en la Coalición de la Esperanza, más Alejandro Gaviria, anunciaron similar acuerdo para medirse en una competencia electoral en las mismas elecciones parlamentarias de marzo e irse unidos a la contienda presidencial de primera vuelta en mayo de 2022. Cambiaron su nombre a Coalición Centro Esperanza. Bien por ellos.
Tenemos de verdad, una esperanza cierta y necesaria en esta coalición. Ambas son buenas noticias para la democracia. Por el camino que íbamos, de tener muchos candidatos de similares condiciones en primera vuelta, a los únicos que beneficiaban era a los extremos ideológicos, repitiendo un escenario de polarización como el que vivimos hace 3 años en el que fue elegido Iván Duque.Sorprende que el recién ungido candidato del Centro Democrático, elegido por encuesta entre los uribistas, revivió en sus primeros discursos el miedo rabioso al candidato de extrema izquierda. Pareciera que quiere cabalgar de nuevo sobre la polarización como estrategia de campaña.
Mientras los candidatos de centro están bien parados en el presente y con los ojos en el futuro, los dos radicales de la izquierda y derecha están buscando reavivar odios y miedos entre los ciudadanos, pero mucho me temo que es un camino que los ciudadanos no queremos recorrer de nuevo. Es hora de superar la polarización y abrir el debate a los reales problemas del país como pobreza, corrupción, educación o paz.Y a propósito de la paz, durante la celebración en Bogotá de los cinco años de la firma del acuerdo entre el Gobierno y las Farc, el padre Francisco de Roux, Presidente de la Comisión de la Verdad, nos puso de presente una preocupante realidad: Los actuales candidatos a la presidencia no hablan de la paz de Colombia. Dijo que al parecer hoy era políticamente incorrecto traer este tema al discurso de campaña porque, al parecer, “no trae votos”.
Es cierto lo que dice De Roux. Y es triste. Y preocupante. No hay mayor urgencia hoy en Colombia que consolidar la paz en todos los territorios. Es necesaria para la recuperación económica. Las posibilidades que hay en el sector agropecuario en donde nos estamos apenas recuperando de las consecuencia del cierre de la economía por la pandemia, son enormes pero depende, en buena medida, de que se consolide el fin del conflicto y la reconciliación en estos territorios. Esperamos que en los debates que ambas coaliciones políticas han anunciado, el tema de la paz tenga un lugar de importancia. Y que no se presenten candidatos de último momento que debiliten este centro que empieza a consolidarse.
Ricardo Santamaría
Analista