Los paisas son, sin duda, un caso muy particular en el contexto de la sociedad colombiana. Han tenido épocas oscuras y personajes funestos que todos quisiéramos olvidar. Afortunadamente, siempre han poseído la capacidad de superar los problemas y dar esos saltos cualitativos que tanto han contribuido al desarrollo nacional.
Si uno mira las cifras de hoy, seguramente Bogotá es actualmente la capital industrial del país, y Barranquilla toma cada día más importancia, pero cómo se podría negar lo que le deben al impulso original de Antioquia. Señalar caminos y dar ejemplo es algo muy importante cuando son positivos y constructivos, así como pueden ser de perjudiciales cuando van en la dirección errada. Basta pensar en Bogotá, que se había convertido en modelo a seguir del desarrollo urbano y hoy lo es del caos y la incompetencia, para entender lo importante que es identificar los modelos a seguir y aquellos que se deben evitar.
Nadie podría estar en desacuerdo que si hay un tema prioritario para superar los obstáculos del desarrollo y la pobreza es la educación, y que es un factor común en todos los casos de éxito. Por eso es tan importante que una región haya escogido este tema como su norte al plantear la meta de ‘Antioquia la más educada’. Una pregunta que surge es la de que está ocurriendo en el caso de los niveles de educación más calificada que, al fin y al cabo, serían el motor de procesos bastante más ambiciosos.
Pues bien, es mucho lo que está sucediendo y lo que tienen para enseñar al país, y menciono solo dos casos para ilustrar el tema. La Universidad de Antioquia, con su SIU (Sede de Investigación Universitaria), y Eafit, con sus múltiples instalaciones son, sin duda, un ejemplo a seguir.
En el primer caso, no solo por los importantes trabajos que adelantan más de mil investigadores entre profesores, científicos y estudiantes en cerca de cuarenta grupos de excelencia de Colciencias, sino por que demuestran que la universidad pública puede operar como las mejores. Pensar en la sede de la Universidad Nacional de Bogotá, cayéndose a pedazos y visitar una sede de esas dimensiones, en la cual todo funciona bien y su mantenimiento es como el de cualquier universidad privada de primer nivel, muestra que tienen mucho que enseñar.
En Eafit, por el otro lado, es impresionante no solo muchas de las instalaciones físicas que están a la altura del ‘estado del arte’, sino que transmite el sentimiento de una universidad insertada en el conocimiento global y con una gran interacción con el sector productivo. No es solo el caso de Argos, que construye un edificio de estándares internacionales para desarrollar investigación en tecnología para el uso del concreto, sino el enfoque global que se percibe de los estudiantes vinculando sus trabajos a las aplicaciones concretas y a las necesidades del mundo real, como ocurre en tantas universidades de primer nivel en el mundo.
Felicitaciones, pues, a los paisas por todo lo que están logrando, y una recomendación a las demás regiones para que visiten Antioquia, ya que hay mucho para aprender.
Ricardo Villaveces P.
Consultor privado
ricavip@gmail.com
