En el campo de la política social, se le llama focalización al proceso mediante el cual se identifica y selecciona a la población objetivo de un beneficio social por ser considerada pobre o vulnerable.
En su artículo La economía política de la focalización, Amartya Sen, Nobel de economía y pensador infatigable de los temas de pobreza, deja constancia de su inconformidad con el término targeting para referirse en inglés a la focalización de la población pobre: “Un blanco es algo a lo que se le dispara”, dice Sen. Y aunque el economista indio reconoce que el uso le ha dado un sentido más benefactor que belicoso al término, su comentario se me viene a la mente con cierta frecuencia cada vez que veo que en Colombia sí pareciera que los pobres son el blanco en el campo de batalla.
Hace más de diez años, cuando estaba al frente de los programas de transferencias monetarias del DPS, recuerdo que me llegó una carta de las madres líderes de Familias en Acción de Caquetá en la que denunciaban que las Farc les había prohibido hacer los “encuentros de cuidado”, una actividad espontánea de las madres del programa que consistía en reunirse a intercambiar conocimiento en torno al cuidado infantil. Durante décadas las Farc fueron focalizadores profesionales, con precisión de relojeros, no solo de los pobres sino de aquellos que además de serlo tenían vocación de líderes.
En otra ocasión conocí cómo las bandas criminales (o paramilitares, no se supo) hacían una focalización escalonada para segar el tejido social en los barrios periféricos de una gran ciudad; su método consistía en ir a los barrios de vivienda gratis y buscar ahí a los beneficiarios de Jóvenes en Acción, que por lo general asumían roles de liderazgo comunitario y juvenil.
El ejército no se quedó atrás, la nube negra de los falsos positivos oscureció nuestra historia desde hace varios años con un episodio en el que los excluidos llevaron la peor parte.
La semana pasada Caracol Noticias transmitió en exclusiva un video previo a una operación militar en Putumayo, en la vereda Alto Remanso del municipio de Puerto Leguízamo; la operación dejó 11 muertos y, de acuerdo con la Defensoría y los habitantes de la zona, varios de ellos eran civiles, incluyendo un menor de edad.
El video nos recuerda que los vulnerables siempre han estado en la mira, esta vez como posibles víctimas de homicidio en persona protegida: en un primer plano la mira de un francotirador enfoca la espalda de un hombre armado, acaso el miembro de una disidencia, luego pasa una mujer y segundos después se ven dos niños caminando.
La imagen habla por sí sola y resume la inversión de valores y de proyecto de país que ha hecho de los más vulnerables un blanco frecuente en el campo de batalla.
Roberto Angulo
Socio Fundador de Inclusión SAS
rangulo@inclusionsas.com
