El Presidente de la República ratificó en la Convención Internacional de Seguros que el Gobierno someterá al Congreso un proyecto de reforma fiscal de tipo estructural.
A diferencia de lo que ha sido tradicional, en esta ocasión la reforma no tiene como objeto principal fortalecer los ingresos fiscales de la nación, sino mejorar la estructura del sistema tributario. Aunque no detalló el contenido que será propuesto, sí anunció que la reforma será amigable al crecimiento y al empleo.
Un informe reciente de un organismo multilateral argumenta que el sistema fiscal colombiano adolece de excesiva complejidad debido a la gran cantidad de incentivos y exenciones en el impuesto a la renta, al elevado número de tarifas y exclusiones del impuesto al valor agregado, IVA, y a la proliferación de impuestos locales.
También resalta que el régimen tributario tiene un sesgo antiproductivo, en razón de las altas tarifas que gravan el capital y el trabajo de las empresas, que estimulan la evasión y la informalidad, a la vez que desincentivan la inversión. Agrega que las tarifas del IVA y las del impuesto de industria y comercio gravan los bienes de capital. En estas condiciones, considera que una eventual reforma tributaria debería estar dirigida a simplificar el régimen y reformar el Estatuto Tributario.
Respecto al impuesto sobre la renta para las personas jurídicas, sugiere disminuir la tarifa del 33 al 25%, someter a retención y gravamen único del 15% a los rendimientos y ganancias que se paguen a personas naturales y residentes en el exterior, y eliminar las exenciones que benefician empresas y entidades con ánimo de lucro, dejando que expiren las vigentes. Asimismo, considera prudente no otorgar nuevos contratos de estabilidad jurídica rescindiendo gradualmente los vigentes, y reducir las ventajas tributarias de zonas francas. Critica el IVA por su complejidad y propone limitar el número de tarifas, dejando deseablemente solo la del 16%.
También indica la conveniencia de gravar los bienes actualmente excluidos y exentos (con tarifa cero) y extender, con su producido, apoyos focalizados a los más pobres. Respecto al agro, sugiere gravar la producción y establecer régimen simplificado para el pequeño productor, manteniendo, no obstante, la exclusión del IVA sólo a la maquinaria. Respecto al impuesto al patrimonio recomienda no restablecerlo una vez se venza en el 2014. En cuanto al predial, juzga que es un impuesto difícil de evadir y apto para ser un tributo municipal. Recomienda fortalecer el catastro y actualizarlo. Frente al impuesto a las transacciones financieras puntualiza que su eliminación, prevista para el 2018, es una medida adecuada.
El análisis del organismo multilateral complementa otras propuestas recientes y actualiza las consideraciones hechas hace una década por una misión de expertos contratada por Fedesarrollo a instancias del actual Presidente, quien entonces se desempeñaba como Ministro de Hacienda, que estuvo dirigida a estudiar los cambios que debían introducirse al régimen tributario colombiano.
Por último, cabe agregar que una reforma tributaria amigable al crecimiento y al empleo es lo que necesita Colombia en la situación económica y fiscal vigente, y resaltar que las condiciones políticas para su aprobación en el Congreso son mucho más propicias, indicadas y favorables que las de hace una década.
