Como preparación para los debates presidenciales organizados por Portafolio y Fedesarrollo, tuve la oportunidad de preparar, conjuntamente con el reconocido economista agrícola Juan José Perfetti y con Alejandro Becerra, el documento titulado ‘Desarrollo de la agricultura colombiana’ que será la base del debate a realizarse en el mes de mayo.
El estudio analiza la situación del sector y plantea recomendaciones de política para dinamizar la agricultura y cerrar las brechas con los sectores urbanos. Su puesta en marcha permitirá que el sector agropecuario, los productores y trabajadores del campo cumplan con las funciones que la agricultura debe desplegar en el proceso de desarrollo e indica las que el Gobierno debe poner en marcha para coadyuvar en el bienestar de la población rural, el mejoramiento de los ingresos de los habitantes del campo, la generación de empleo formal, y la reducción de la pobreza rural.
Como se ilustra a lo largo del documento, puesto a consideración de los candidatos, la agricultura colombiana no viene presentando un desempeño destacable frente a las necesidades de desarrollo, las problemáticas de los habitantes de los territorios rurales, las potencialidades naturales con que se cuenta, y las oportunidades de crecimiento que ofrecen los mercados interno e internacional. El discreto comportamiento de la agricultura ha significado la pérdida progresiva de participación del sector en el PIB total y sus resultados han estado por debajo del promedio de Latinoamérica.
En el documento se recomienda establecer un marco de políticas e instituciones que establezcan las condiciones para la superación de los cuellos de botella que dificultan la marcha del sector y aseguren el desarrollo sostenible del mismo. Igualmente, dicho marco debe propiciar la creación de capacidades, la generación de oportunidades y el avance en las transformaciones sociales necesarias para hacer del campo un lugar de progreso y bienestar para las personas que lo habitan, de tal forma que se reduzcan las brechas con las ciudades.
En cuanto a la política comercial, se recomienda mantener y fortalecer el proceso de internacionalización de la agricultura. En materia de gasto público, se sugiere dotar gradualmente al agro de recursos presupuestales en una proporción similar a su participación en la actividad económica nacional. Resulta igualmente necesario prever el desmonte de los subsidios directos y los apoyos de precios y limitarlos mediante criterios explícitos, dando prioridad a la generación de bienes públicos, como el riego, la asistencia técnica, las carreteras, y sobre todo a la investigación agrícola y la transferencia de tecnología, que es la fuente principal de la productividad y la competitividad de la agricultura.
Para asegurar las condiciones de equidad y reducir la pobreza rural se propone extender la protección social a la población rural para cerrar la brecha frente al sector urbano. En materia de tierras, se considera conveniente incrementar el impuesto predial, en los casos de subutilización de la tierra. Pero, ante todo, resulta esencial el establecimiento de un nuevo marco institucional para el sector que fortalezca el Ministerio de Agricultura y le fije como función principal la formulación de las políticas para el desarrollo de la agricultura y de los territorios rurales.
Esperamos que los candidatos se pronuncien a fondo sobre las políticas necesarias para hacer que en realidad el campo se convierta en un sector líder de la economía colombiana.
Roberto Junguito
Exministro de Hacienda
roberto.junguito@gmail.com