La aprobación del Presupuesto General de la Nación (PGN) y la presentación del proyecto de ley de financiamiento de la administración Duque, previstos para esta semana, tendrán como telón de fondo las perspectivas económicas mundiales presentadas en las reuniones del FMI y el Banco Mundial, que se llevaron a cabo la semana anterior en Bali, así como la discusión de los riesgos mundiales que pueden incidir en la economía colombiana, analizados en dicha reunión y también en la revista The Economist que circuló el pasado fin de semana.
Las proyecciones del FMI para Colombia son positivas en cuanto se prevé que la tasa anual de crecimiento del país será del 2,8 por ciento para el año en curso, y del 3,6 por ciento en el 2019, por encima de lo que tenía previsto.
Considera que la inflación anual, medida por el Índice de Precios al Consumidor, se mantendrá alrededor del 3,3 por ciento, dentro del rango establecido por la junta del Banco de la República, y que habrá una reducción en el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos como resultado de los mejores precios del petróleo y el carbón. No obstante, el mensaje para países como Colombia, que surge de los análisis del FMI y de The Economist es la fragilidad del país ante la volatilidad de la actividad económica mundial y la necesidad de adelantar, cuanto antes, las reformas estructurales, particularmente en el frente tributario y pensional, dirigidas a fortalecer la economía y a menguar su vulnerabilidad ante un choque económico global.
Por lo anterior, tanto la aprobación del PGN del 2019 por parte del Congreso en esta semana, como la presentación, discusión y aprobación de una ley de financiamiento que contenga medidas tributarias para cubrir las necesidades fiscales no solo del año entrante, sino deseablemente para el mediano plazo, antes de finalizar las sesiones del Congreso, en diciembre, resultan ser críticas para la credibilidad del manejo económico de la nación, el acceso a los mercados y para fortalecer la economía ante los embates y fluctuaciones que puedan sobrevenir.
Los ajustes introducidos en el texto de la ponencia al PGN en áreas como educación, deporte, cultura, salud, trabajo, judicial, fiscalía, interior, justicia y sector social, entre otros, representan, en gran medida, las nuevas prioridades del gobierno de Duque y es un proceso común en la revisión de los presupuestos que se presentan cada cuatro años con los cambios de administración.
Ahora bien, en lo que hace a las medidas tributarias que traerá consigo la ley de financiamiento que se presentará en estos días, habrá que esperar a conocer el texto definitivo del proyecto, pero los anuncios hechos hasta ahora parecen bien encaminados y seguramente, comprenderán medidas de rebaja de la tributación a las empresas que son muy altas en Colombia, una generalización del impuesto al valor agregado con devolución a los sectores más pobres de la sociedad, un fortalecimiento de la tributación efectiva a las personas naturales y una lucha contra la evasión.
El uso de una ley de financiamiento para enfrentar la problemática tributaria está prevista en la Constitución y es práctica común en los países más avanzados como es el caso de Francia.
Roberto Junguito
Exministro de hacienda
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