La tasa de desempleo abierto en Colombia aumentó en febrero frente a lo registrado en igual mes del 2018. Dicho incremento se registró tanto en el indicador del total nacional como en el correspondiente a las principales 13 ciudades y áreas metropolitanas: mientras en febrero del 2018 la tasa de desempleo nacional fue 10,8 por ciento y las 13 ciudades y áreas metropolitanas de 11,9 por ciento, en igual mes de este año estas ascendieron al 11,8 por ciento y 12,4 por ciento, respectivamente.
En tanto que esto sucede en Colombia, según las cifras de la revista The Economist, la tasa de desempleo en Estados Unidos, al igual que en China, alcanza el 3,8 por ciento, y en el conjunto de la zona euro esta asciende a 7,8 por ciento. Entre los países asiáticos, las tasas de desempleo fluctúan entre 1 por ciento, en Tailandia, y un máximo de 7,2 por ciento, en la India.
Por su parte, la tasa de desempleo en Colombia es mayor a la de países en la región como Argentina, 9,1 por ciento; Chile, 6,8; México, 3,4 por ciento, y Perú, 9 por ciento, solo comparable con la de Brasil. De hecho, entre el grupo de los principales 42 países del mundo a los cuales hace seguimiento The Economist solo cinco registran tasas de desempleo superiores a las de Colombia: Grecia, 18 por ciento; España, 14,1; Turquía, 13,5; Brasil, 12, y Suráfrica, 27,1 por ciento.
Según el Departamento Nacional de Planeación, al analizar el desempleo en el mes de febrero, se encuentra que en las zonas rurales fue en donde más se incrementó (101 mil personas desocupadas), debido al débil desempeño que ha venido registrando el sector agropecuario. Asimismo, destaca que el comportamiento del desempleo estuvo asociado con la oferta laboral, puesto que la población económicamente activa creció en 530 mil personas, es decir, una variación de 2,2 por ciento; una cifra alta, si se compara con el crecimiento que tuvo en el 2018 que, en promedio, fue de 0,7 por ciento.
Esto se refleja en la tasa global de participación laboral, que pasó del de 63,3 al 63,9 por ciento. Del análisis anterior se colige que hay factores estructurales que vienen incrementando la oferta de mano de obra en Colombia, que bien, probablemente, tienen origen, tanto en la transición demográfica en Colombia, como de mano de obra de inmigrantes venezolanos que están ofreciendo sus servicios laborales y, en ocasiones, desplazando mano de obra colombiana. Pero, también se puede inferir que la demanda de mano de obra crece lentamente, lo que sugiere la importancia de adoptar políticas para acelerar el crecimiento de la economía.
No obstante, cabe preguntarse, asimismo, si el incremento en la tasa de desempleo registrada en el mes de febrero refleja el impacto adverso del incremento del salario mínimo legal establecido para este año, que se elevó en más de dos puntos porcentuales por encima de la inflación esperada. Vale la pena que el Gobierno estudie a profundidad el impacto negativo en el empleo que puede ejercer el ajuste del salario mínimo legal. Este efecto negativo del salario mínimo en el empleo, según la literatura económica, es particularmente severo en aquellos países en los cuales el salario mínimo corresponde a un porcentaje muy alto del salario medio, o de la mediana, como es el caso en Colombia.