Los Washington National de la Liga Nacional ganaron la Serie Mundial de beisbol en siete jugos. ¿Cuál Washington?, preguntarán los que poco saben del deporte, y no sin razón. Bajo su razón social actual han figurado poco desde su regreso a la capital después de 33 años en el exilio, con otros nombres.
Fueron años en que negros empobrecidos y burócratas federales, que eran las mayorías en Washington y el estereotipo de la ciudad de entonces, no daban cívicamente hablando coherencia para sostener un equipo ganador de grandes ligas. Los Washington se fueron en busca de mejores horizontes, específicamente a Montreal.
Las cosas han cambiado en la capital de los Estados Unidos. Su población es más diversa, es centro universitario y de emprendimiento y está llena de confianza en si misma, no solo como sede del gobierno federal, sino como ciudad pujante. Como el beisbol es poco popular por estos lados, no hay conciencia de lo que un equipo de grandes ligas significa para la identidad citadina y mas ampliamente para la cultura americana.
Hasta la capital de mundo es difícil concebirla sin los emblemáticos New York Yankees. La celebraciones por los triunfos son carnavales que embarcan a toda la ciudad. Lanzar la primera bola en juegos conmemorativos es un honor, reservado a los presidentes, hasta a los impopulares (salvo para Trump, que no ha lanzado nada, y que cuando apareció en pantalla brevemente en Washington le corearon: “Enciérrenlo”).
Los National, que durante primera época en Washington se llamaron Los Senadores, han sido un equipo sufrido: ganaron una Serie Mundial por allá en 1924 y volvieron a aparecer, perdiendo, en 1933. De resto poco. Este año surgieron de la nada con un par de lanzadores fuera de serie y dos estrellas latinas, Rondón y Soto, que levantaron el equipo.
Es mas, los entendidos afirman que no ganó el mejor equipo. Sus contendores los Astros de Houston eran superiores en el papel. Habían ganado 107 juegos –enorme logro– en la temporada regular y llegaban a la gran final como favoritos. Don Blas de Leso, conocido por sus hazañas en el mar durante 50 años, a más de por la defensa de Cartagena en 1697, salió victorioso en más de un combate desigual. Su satisfacción y orgullo en esas lides era tanto mas grande.
La Serie Mundial de 2019, el evento en sí, estuvo llena de teatro, pero al fin y al cabo, todas lo están. Lo que la aparta para los records es la manera como se desarrolló: para asombro, ninguno de los contendientes ganó un solo juego en casa. Después de dominar los primeros dos juegos donde los Astros, los National perdieron los tres siguientes en su casa. Drama. Se daba por descontado que los de Houston se alzarían con la Serie.
Pero no, los de Washington se sobrepusieron a lo improbable y al final ganaron sus cuatro juegos para ser campeones, con frecuencia viniendo de atrás, en el cómodo –aire acondicionado– estadio de los Astros, quienes, por su parte triunfaron es sus tres juegos en el arquitectónicamente notable parque de los National. De poco sirvió el estar en casa. Insólito. Eso no se había dado nunca, y sería muy extraño que se volviera a dar.
Rodolfo Segovia
Exministro - Historiador
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