El profesor emérito Vaclav Smil, especialista en la historia de la energía, recomienda en How the World really works (Como funciona realmente el mundo) atenerse al dicho latino: Gutta cavat lapidem (la gota horada la piedra). Hay que armarse de paciencia y tratar de achicar un abismal déficit de comprensión para enfrentar el cambio climático. La ciencia no da margen para otra cosa.
La humanidad empleó mucha inteligencia y esfuerzo para sustituir con máquinas de energía fósil el sudor de hombres. No sin buenas razones, ahora se la desea eliminar, si bien ha hecho que la mitad del mundo viva sabroso (sin fuentes de carbón serían solo 9/10 partes). Y se postula que con voluntad política y dinero se la puede muy rápido sustituir por renovable y decrecimiento. Utopía.
Cuentas bien hechas develan el tamaño de los sistemas de energía global, y su inercia estructural y económica. La transformación tomará años sin que la resiliente humanidad desaparezca. No es para que la ministra filósofa y los ecofúricos desfallezcan, pero sí para que se unten de realidad, y no olviden que el ingenio ha sacado al hombre de más de un atolladero desde el neolítico.
Los combustibles sólidos suministran el 83 % de la energía global. En el 2000, era el 86 %. La mayoría del resto es hidroeléctrico. La contracción es mínima desde cuando Al Gore nos asustó. La energía alternativa aún no se nota y tiene sus propias limitaciones. Una buena parte de la razón inercial, a más del transporte, es la energía indirecta para cemento y el vidrio, sin los que nos cobijaríamos en casas en el aire; el acero, que va en todo; los plásticos, que nos acompañan desde salir de la cama y aún en ella; y al amoniaco, matriz del fertilizante sin el cual la mitad del mundo moriría de hambre. Consumen el 20 % de la energía fósil y son responsables del 25% de los gases con efecto de invernadero. Existen métodos no carboníferos para estos procesos, pero son apenas incipientes.
Se puede mitigar la emisión de CO2, por supuesto: las SUV sobran, las viviendas nuevas no deberían construirse (como abrumadoramente en Colombia) lejos de los lugares de trabajo y, claro, mejor no comprar lo innecesario. Es, sin embargo, contraproducente albergar certitudes en asuntos complejos, cuando la vida es impredecibilidad e incertidumbre. Mejor arrimarse a la ciencia y a la gota perseverante. No hay, por ahora, soluciones express.
Coletilla. El 6 de septiembre hace 500 años, atracó en San Lúcar Juan Sebastián Elcano con 17 sobrevivientes en la Victoria después de darle la vuelta al mundo. Con Fernando de Magallanes habían embarcado 234 personas tres años antes, en busca de las Islas de las Especias por el occidente. La carga de especias que traía pagó toda la expedición y más. Don Sancho Jimeno, el héroe de Cartagena en 1697, admiraba al vizcaíno que Primus circumdedesti me, como reza el escudo que le otorgó Carlos V, y a quienes hicieron grande la España del siglo XVI.
Rodolfo Segovia
Exministro e historiador.