La enorme dependencia que ha adquirido el país de las exportaciones de petróleo, carbón y productos mineros –que en el 2014 representaron el 59,3 por ciento del valor total de las ventas externas colombianas– y la pérdida de participación de las exportaciones industriales y las otras no tradicionales, nos obligan a pensar cómo sustituir los ingresos que se pierden por la caída de los precios del petróleo, cómo mantener la inversión y la producción del ramo minero- energético y qué otros sectores promover.
En dos artículos anteriores hice referencia a la necesidad de establecer un marco contractual especial para los nuevos esfuerzos de exploración de petróleo y perforación de nuevos pozos; y a la oportunidad, desaprovechada, que ofrece la producción y procesamiento de alimentos, especialmente la de cereales.
Adicionalmente, el que debe recibir la mayor atención es la industria, que debería ser el sector más dinámico y el que mayores ingresos generara provenientes de exportaciones. Sin embargo, en las dos décadas comprendidas entre 1995 y 2015, el sector industrial ha perdido participación en la canasta exportadora, pasando de 65 por ciento en 1995 a 35,6 por ciento el año pasado. Durante este periodo las exportaciones industriales crecieron a una tasa nominal de 5,6 por ciento en dólares, muy por debajo del crecimiento de las exportaciones minero-energéticas (14,4 por ciento anual) y de las totales (9,3 por ciento anual).
El subsector que mayor participación perdió en la canasta exportadora fue el de alimentos y bebidas, que pasó de representar el 25,8 por ciento de las exportaciones totales en 1995 a 8,7 por ciento el año pasado. Una caída de esas proporciones en un sector en el que se poseía una ventaja competitiva y en el que China no aporta mucho, amerita un estudio detenido de las causas de ese rezago. Los ramos exportadores tradicionales como confecciones y textiles, cuero y sus derivados, prácticamente –muy afectados por los productos chinos– dejaron de crecer y perdieron casi toda su participación en las exportaciones.
Algunos de los sectores que más crecieron en ese periodo son la fabricación de productos metalúrgicos básicos (10,3 por ciento de crecimiento anual), fabricación de sustancias y productos químicos (7,7 por ciento anual), productos de refinación de petróleo (13,5 por ciento anual), productos de caucho y plásticos (8,1 por ciento anual). Otros con participaciones muy pequeñas que han mostrado gran dinamismo exportador son fabricación de vehículos y material de transporte, instrumentos médico, equipos de telecomunicaciones, maquinaria eléctrica y de oficina, y productos de tabaco.
Algunos de estos sectores más dinámicos coinciden con los clasificados como de mayor sofisticación en un estudio realizado por el DNP en el 2011 (Daniel Mitchel, Balance del Sector Industrial, DNP, 2011). En este análisis se destacan por su nivel de sofisticación los productos químicos, productos metalúrgicos, maquinaria eléctrica, maquinaria y equipo, equipos de transporte, caucho y plásticos, que son algunos de los que han mostrado tasas más altas de crecimiento de sus exportaciones y parecen ser los más promisorios.
Rudolf Hommes R.
Exministro de Hacienda
rhommesr@hotmail.com