En Colombia los triunfos en el escenario deportivo tienen un efecto cohesivo en el imaginario popular.
Egan Bernal ganó la competencia más prestigiosa que haya ganado colombiano alguno en un torneo deportivo. Con una historia de superación y tenacidad, hizo recordar aquel personaje inolvidable que es Pambelé. Por un tiempo, corto este sí, logra despertar un júbilo general en la población que se sobrepone al desánimo como el que viene pesando en el aire en estos días.
Los deportistas colombianos siguen cosechando triunfos. A Egan lo acompañaron en esta competencia Nairo y Rigoberto que clasificaron dentro de los primeros diez ciclistas del Tour de Francia. Otros se destacaron en los juegos Panamericanos de Lima 2019 y en competencias nuevas como son el ‘surf’ y el rugby subacuático. Ojalá que esta sea una actividad que continúe in crescendo, dándole satisfacción a Colombia.
Lo anterior debería incentivar al gobierno que acaba de crear el Ministerio del Deporte, a liderar con estímulos económicos que sirvan de ejemplo al patrocinio de la empresa privada. El efecto multiplicador que genera esta inversión más que lo justifica.
Para los jóvenes que provienen de la extracción social que comparten Egan, Pambelé y muchos otros, el ejemplo de tenacidad y superación personal tienen un efecto monumental. La ausencia de modelos rol a quien emular (dado el desencanto por las instituciones tradicionales de las cuales provenían los ejemplos a seguir por los jóvenes en su proceso educativo), la está llenando esta generación de deportistas.
Un punto adicional que se anota favorablemente en el triunfo de Egan fue el Esprit de corps que se vio al final de la carrera, en donde, en una muestra de colaboración, todo su equipo se volcó a apoyar su triunfo.
Anotar avances en el logro de triunfos que vayan más allá del de competencias individuales, es también importante. Dado que en la historia de los Juegos Olímpicos Colombia jamás ha recibido una medalla en ninguna competencia de equipo, Farah y Cabal aportan al país su campeonato en Wimbledon de dobles masculinos.
Es importante anotar que el deporte es una manifestación más del espíritu de la Nación, de su personalidad y de su carácter colectivo. Sin demeritar los logros individuales, el solo hecho de que un grupo de deportistas logre, a través de un esfuerzo mancomunado, estrategias para articular los esfuerzos individuales y obtener resultados excelentes, es una forma de ayudar a que la sociedad aprenda a desarrollar emprendimientos colectivos. Este fenómeno es atribuible a la dificultad que existe en confiar.
Está probado que el nivel de confianza de los individuos en sus pares genera por sí solo un aumento en la productividad. En el campo del deporte es igualmente indispensable la confianza para lograr que el coequipero asuma la responsabilidad de compartir.
No menos importante es la supresión del ego de forma que permita que el logro de metas compartidas genere satisfacción personal. Las actividades que son imposibles de realizar sin el concurso de un espíritu colaborativo marcan el carácter de una Nación. El deporte tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo general y además da ejemplo de superación y genera esperanza.
Salomón Kassin
Banquero de inversión